«En esta comunidad tenemos un nivel de seguridad alimentaria excelente»

La Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria es una de las grandes novedades de la Junta en esta legislatura, y también una de las apuestas más fuertes puesto que, según explica su directora general, Clara Berbel, la seguridad alimentaria se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos castellanos y leoneses. -¿Por qué se crea una Agencia de Seguridad Alimentaria en Castilla y León? -La Agencia nace como respuesta a un compromiso electoral del presidente y por lo tanto es algo muy novedoso, porque se creó el pasado verano. Sin embargo, la seguridad alimentaria no es algo nuevo, ya que la Agencia parte de dos servicios que ya funcionaban, el de Sanidad Alimentaria y el de Sanidad Ambiental. De hecho, la Agencia nace con unos niveles de sanidad alimentaria excelentes en esta comunidad autónoma. Lo que de verdad es nuevo es su estructura puesto que adquiere rango de dirección general, lo que supone una auténtica apuesta del Gobierno autonómico por esta materia. -¿Cuándo estará a pleno funcionamiento esta nueva estructura? -En este primer trimestre del año daremos el salto, una vez tengamos la relación de puestos de trabajo y se cubran los más importantes. En la Agencia vamos a tener tres servicios: un servicio de vigilancia y control sanitario oficial, un servicio de ordenación y autorizaciones sanitarias y otro de evaluación de riesgos y gestión de alertas. Estos servicios funcionarán tanto para seguridad alimentaria como ambiental, ya que el diseño de la Agencia es totalmente horizontal. -¿De qué se va a ocupar la Agencia y en qué se diferenciará su labor de lo que ya se venía realizando hasta ahora? -Tenemos asignada la función de vigilancia y control de todos los riesgos para la salud relacionados con el consumo de alimentos y con la alteración del medio, así como la colaboración con otras administraciones en alertas sanitarias. Digamos que nos encargamos del control de los alimentos en todo su proceso de elaboración y, además, de la parte de sanidad ambiental. -¿Cuál es el control sobre los centros de belleza? -De la Agencia depende la aplicación del Decreto sobre centros de tatuaje y anillado y desde aquí supervisamos su cumplimiento. Esto es algo muy nuevo y es ahora cuando empezamos a autorizar y a inspeccionar estos centros. Además, estamos acreditando entidades formadoras del personal de estos centros, ya que es uno de los requisitos de ese Decreto. -¿En qué casos concretos sería vital la actuación de la Agencia? -Por ejemplo, si a través de la Agencia nacional recibimos la notificación de que un producto tiene un riesgo para la salud, inmediatamente procederíamos a la inmovilización del producto, incluso sí éste ya ha llegado a las tiendas, bien a través de las propias empresas o de nuestros inspectores. También en el caso de que fuera necesario clausurar un aparato en un edificio que sea sospechoso de un posible foco de legionela y no permitir que se ponga de nuevo en funcionamiento hasta que cumpla los requisitos que marca la ley. Digamos que tenemos la autoridad sanitaria y la sancionadora. -En el caso de la gripe aviar, ¿cómo está reaccionando la Agencia? -Estamos permanentemente informados y en contacto con la Agencia española, que coordina a todas las Agencias autonómicas en casos como éste, y con las instituciones europeas. Por lo tanto, estamos cumpliendo las directrices que marca la Organización Mundial de la Salud. De momento no hay evidencia cierta de que el contagio se realice por vía alimentaria. Además, tanto la UE como otros organismos internacionales están garantizando la no importación de aves vivas ni de productos no procesados. -¿Qué proyectos tiene entre manos su departamento? -Queremos hacer una medición de campos electromagnéticos en toda la comunidad autónoma, dentro de nuestra labor de protección de la salud ambiental. Para ello, estamos en trámite de firmar un acuerdo con la Universidad. Además, actualmente estamos en un proceso de modernización y acreditación de todos nuestros laboratorios provinciales. -¿Las competencias de la Agencia pueden chocar con las de los Ayuntamientos en esta materia? -Hay muchos ámbitos en los que la competencia es municipal, como ocurre con el control ambiental de una ciudad. Lo que ocurre es que no todos los ayuntamientos tienen la misma capacidad. En esos casos, es la Agencia la que se hace cargo de las competencias que ellos no pueden asumir. -¿Castilla y León tiene riesgos o situaciones específicas que no tengan otras comunidades? -Como riesgos, no, porque el nivel de seguridad que tenemos en Castilla y León es óptimo. Desde hace años, estamos en el nivel de los países más desarrollados del mundo aunque sí tenemos situaciones específicas que hay que vigilar especialmente. Aquí, por ejemplo, tenemos una gran industria cárnica, con más de 200 mataderos, algo que a lo mejor no sucede en otra comunidad autónoma. Eso nos obliga a llevar a cabo una vigilancia muy específica, con una problemática muy concreta. En ese sentido sí que hay particularidades, pero no riesgos específicos. -¿En qué criterios se basa la Agencia para decir que el nivel de seguridad alimentaria es excelente? -Por ejemplo, en las enfermedades transmitidas por alimentos. Los brotes que se producen en establecimientos públicos han caído espectacularmente en los últimos diez años. Es cierto que el riesgo cero nunca existe, pero bajar de estos niveles va a ser muy complicado.