San Isidro recibe 10.000 visitas pese a los críticos espesores

A pesar de la falta de precipitaciones de nieve desde hace días y la consiguiente bajada del área esquiable por las altas temperaturas para esta época del año, San Isidro sobrevive como la única estación abierta de toda la Cordillera Cantábrica. Los críticos espesores del blanco manto, situados entre los 10 y 40 centímetros de nieve dura-primavera, no desanimaron este fin de semana a los esquiadores. Según fuentes del enclave invernal, durante el sábado y domingo fueron alrededor de 10.000 los visitantes que se acercaron hasta este lugar., aproximadamente 5.000 en cada jornada. Únicamente pudieron utilizar cinco de los doce remontes de la estación a través de cinco kilómetros esquiables entre las áreas de Requejines (tres pistas) y Cebolledo (sólo una). La bajada de temperaturas permitió ayer a los técnicos poner en marcha los cañones para mejorar la calidad de la superficie de las pistas, que además fueron pisadas por las máquinas. La temporada irregular que vive San Isidro por la falta de precipitaciones de nieve está provocando la pérdida de miles de esquiadores, si se comparan las cifras con fines de semana de febrero del 2003, cuando un sábado, por ejemplo, llegaron a colapsar el enclave 11.000 visitantes. Incluso el pasado fin de Semana la estación recibió 15.000 esquiadores con ocho kilómetros de pistas y espesores que oscilaban entre los 10 y 60 centímetros. También hace siete días Pajares contaba con sus instalaciones abiertas y recibía en el mismo periodo de tiempo 8.500 personas. De no producirse nuevas nevadas, San Isidro podría tener problemas para mantener abiertas sus instalaciones ante los críticos espesores de nieve con los que cuenta. Precisamente, febrero se había consolidado hasta ahora como el mes de mayor afluencia a la zona.