| Reportaje | Con ganas de trabajar |
Mujeres manos a la obra
Colocar techos, suelos, pintar o alicatar ya no es cosa de hombres porque al mercado laboral se lanzan 26 chicas formadas en los cursos de albañilería e interiores del Ildefe
Gema Cabezas entrega el diploma a uno de los alumnos
Mujeres y en situación social desfavorable son las características más comunes entre las alumnas de los cursos de albañilería y rehabilitación de interiores del taller de empleo El Albergue. Las 29 alumnas del este curso y los 26 del de Diseño de páginas web y desarrollo de sitios web recogían ayer con orgullo los diplomas de este curso que les entregó la concejala de Hacienda, Empleo y cuentas Gema Cabezas. El director de los cursos de albañilería y rehabilitación de interiores, Jesús González, aseguró que «la mujer ha demostrado en este curso que es más curiosa que los hombres alicatando, poniendo suelos, pintando o colocando techos de escayola». Pero en estos talleres también se impartieron clases de teoría, de cultura general, de prevención de riesgos laborales, de diujo para hacer planos y sobre derecho laboral, para preparar a estas chicas y estar listas en todos los aspectos para conquistar el mercado laboral. Además durante el curso las alumnas han realizado una serie de obras, que las han servido como complemento práctico al curso y de las que se ha beneficiado todo el municipio, como ha sido la reparación y mejora de las instalaciones del polideportivo, acondicionamiento de los vestuarios y adecentamiento de la fachada de este polideportivo, también rehabilitaron del pabellón del albergue el salón de actos y un salón de juegos. También adecuaron las oficinas del parque de bomberos, los espacios para los celadores del Ildefe y las rampas de accesibilidad del paseo de Papalaguinda. A partir de ahora estas chicas todoterreno se enfrentarán al mercado laboral y con mucho ánimo, ya que incluso ha surgido la iniciativa de crear una cooperativa para emplearse. Aunque son conscientes de que las falta algo de rodaje, Yolanda Lobejón, alumna de albañilería desafíaba a los empresarios para que «nos den la oportunidad de demostrarles lo que sabemos». Su compañera, María Rosa Carballo, afirmaba que «el curso me ha ayudado a alejarme de mis problemas personales, ahora me siento útil porque soy una nueva persona». La mayoría de ellas se plantea buscar trabajo en el área en el que han desarrollado el curso, aunque son conscientes de que no va a ser nada fácil.