Declarar la vía como bien de interés cultural

El experto en transportes terrestres, Eduardo Tocino, considera que el Gobierno debería declarar la actual variante ferroviaria de Pajares como un bien nacional a proteger, bien por interés cultural o de arqueología industrial. De hecho, constituye la obra ferroviaria de mayor envergadura de la historia de España y podría aprovecharse con fines turísticos. El riesgo es que caiga en el olvido cuando comience a utilizarse el trazado que la sustituirá y que permitirá utilizar la Alta Velocidad. Estos son algunos datos de la nueva variante, tan faraónica como la realizada en el siglo XIX. Millones de rocas Perforar las entrañas de la Cordillera Cantábrica para llevar la Alta Velocidad de León a Asturias constituye la obra de ingeniería civil más compleja del nuevo plan de infraestucturas de España. Los dos millones de metros cúbicos de roca que se prevén extraer del macizo requerirán que se habiliten dos macrovertederos y que se empleen cinco máquinas especializadas cinco años. Cinco tuneladoras Cada tuneladora posee una longitud de cien metros, necesita ser manejada por setenta hombres y tarda medio año en montarse. La extrema complejidad de la nueva variante de Pajares, que permitirá realizar el trayecto ferroviario León-Oviedo en menos de 35 minutos, requerirá cursos de formación para los 3.000 trabajadores que, según los cálculos del Ministerio de Fomento, se necesitarán para culminar la obra. Expropiaciones En Villamanín han sido enajenados 146.547 metros cuadrados, 326.000 en Pola de Gordón y 140.000 en Pola de Lena.