«Para León va a ser decisivo que Zapatero sea presidente del Gobierno»

­El que será la cara visible de los socialistas leoneses en la próxima campaña electoral desgrana en esta entrevista algunas de sus inquietudes, de sus impresiones sobre los políticos y la política leonesa... -¿Fue su amistad con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, lo que más peso a la hora de aceptar encabezar la lista por León a la cámara baja? -Efectivamente Zapatero y yo estamos orgullosos de nuestra relación de amistad, pero ambos somos personas políticamente maduras y tenemos muy claro que la amistad está en los terrenos de lo privado y las relaciones políticas en lo público y no conviene mezclar las cosas, por lo que si Zapatero me ha hecho esta oferta es porque ofrezco un perfil personal y político que interesa al proyecto socialista, aunque bien es verdad que la amistad personal refuerza un principio que en política es básico, el de confianza. En todo caso, si tuviera que indicar qué ha sido lo que me hizo aceptar he de decir que fue la convicción que tengo, porque le conozco y sé cómo trabaja y lo que piensa, que Zapatero hará mucho y muy bueno por Léon. -¿Teme que le comparen con el juez Garzón? -No, porque en ningún caso voy a ser asimilable a cualquier otro juez que haya estado en la política.Yo, en todo caso, siempre dejo muy claro que aunque mi profesión tiene un valor simbólico añadido, a la política no vengo como juez, a la política vengo como ciudadano. -¿Conocía a sus compañeros de candidatura? -Sí, bastante. Nunca he dejado de preguntar por las cosas de León, de leer la prensa de León y de preocuparme por la política leonesa. Por eso sé que Amparo Valcarce ha sido una espléndida parlamentaria, con una presencia permamente y sé que Charo Velasco ha hecho una estupenda gestión en el Ayuntamiento de Ponferrada. He decir que a los que menos conocía era a Antonio Canedo y al resto de los candidatos al Senado, pero puedo decir que son unos grandes trabajadores. ­-¿Y a sus adversarios, Juan Morano del PP y Pedro Muñoz de la UPL? -Pues la verdad es que a Juan Morano le conocía muy poco, porque no ha tenido una vida parlamentaria muy intensa y yo que conozco bien el Parlamento no he tenido ocasión de conocer el trabajo parlamentario del candidato de Partido Popular, pero no tengo nada a favor ni en contra de Juan Morano. Sobre el candidato de la UPL sí que no conozco absolutamente nada, salvo las referencias que me han dado en el partido, pero tampoco me preocupa quién es el candidato de la UPL. -¿Habría aceptado ser el número dos, por detrás de Amparo Valcarce? -Pues no lo sé. A mí sólo se me ofreció ser el que encabezara la candidatura. ­-Cambiemos la pregunta: ¿Puso como condición para aceptar encabezar la lista al Congreso de los Diputados? -No. La única condición que puse es que obtuviera el respaldo y el consenso de todos los militantes socialistas, algo que logré y por eso acepté la oferta de ser el número uno de la lista, que lo único que me propusieron y por eso no pensé en otra posibilidad, lo que no significa que no la hubiera aceptado. -¿Cómo cree que va a desarrollarse la campaña en León? -A mí me ha preocupado mucho, y no sólo como candidato sino como ciudadano, el hecho de que desde el Partido Popular se haya lanzando el mensaje de que es necesario endurecer la campaña, porque creo que deben ser campañas programáticas y no de descalificación. Además, a nosotros nos preocupa que se caiga en la descalificación porque en el ruido siempre gana el que tiene más poder económico y mediático y ese siempre es el Partido Popular. Nosotros tenemos que pelear por nuestro líder, nuestro programa y nuestro proyecto de futuro. -¿En qué beneficia al partido el que la campaña electoral se centre en un cara a cara entre Zapatero y Mariano Rajoy? -Es lógico e inevitable que en unas elecciones generales lo que esté en el primer plano político sean las ofertas nacionales y, por tanto, los líderes nacionales, cada uno con sus ofertas y personas políticas y entre las personas del engranaje de José Luis Rodríguez Zapatero me encuentro yo y espero contribuir a ganar las elecciones. -¿Es usted de los que opina que si Zapatero es presidente del gobierno para León es como si le tocara la lotería? -Lo que yo creo es que para León va a ser decisivo que José Luis Rodríguez Zapatero sea presidente del Gobierno, porque eso va a invertir la tendencia decadente de León. Porque lo que sí creo es que León no merece la decadencia que soporta después de los últimos años de gobiernos del PP y puedo asegurar con rotundidad, porque lo conozco y porque lo sé, que León es la prioridad política más absoluta de Zapatero. -Centremos el debate en León, la UPL culpa al PP y al PSOE del gran retraso económico e industrial que tiene actualmente León, ¿qué propone ahora el PSOE para tratar de paliar ese retraso? ­-Efectivamente, los números puramente estadísticos no admiten lugar a dudas: León va bastante mal, pero hay que recordar que esta provincia va bastante mal después de veinte años en los que ha sido básicamente gobernado, en todas las entidades políticas, por el Partido Popular y, por tanto, los años de decadencia de León son los años de decadencia del Partido Popular, de gobiernos del PP. Lo que desde el PSOE vamos a intentar y por lo que vamos a pelear es por frenar la sangría de pérdida de población que la provincia ha sufrido en los últimos años. -Y eso, ¿cómo se consigue? -El crecimiento económico, la productividad y el empleo de calidad se sustenta sobre dos o tres patas fundamentales, una de ellas es la de las infraestructuras. -Sí, pero los últimos años ya se han hecho autovías, autopistas y se están dando los primeros pasos para la llegada del tren de alta velocidad. -Es cierto, pero el problema de estas infraestructuras, de las pocas que hay, es que han llegado diez o quince años tarde, cuando ya el resto del estado tenía su red viaria prácticamente articulada. Ahora mismo es prioritario articular el llamado eje subcantábrico, es decir unir todas las cuencas mineras con la A-66, poner en marcha una autovía que enlace León con el sur de España, principalmente con Andalucía y Portugal, con lo que se abrirían nuevos mercados y, por último, debe desarrollarse la autovía León-Valladolid. Con respecto al tren de alta velocidad, lo que creemos desde el PSOE es que deben acortarse los plazos de su puesta en funcionamiento, para que no nos ocurra lo mismo que con las carreteras, que llegue a León diez o quince años más tarde que en el resto del estado. -Ya tenemos infraestructuras, ¿pero cómo se regenera el tejido industrial? -Pues cualificando a los trabajadores, porque estamos encaminados hacia una sociedad en la lo que más va a premiarse es el conocimiento. Aquí jugará un papel fundamental la Universidad, que habrá que potenciarla; a continuación es necesario configurar toda una serie de ayudas fiscales, españolas y europeas, para todas aquellas empresas que quieran instalarse aquí. -¿Entonces, nada de grandes promesas? -En esta tarea no hay soluciones mágicas. Aquí lo que hay que hacer es un trabajo de día a día, donde es esencial conseguir el gobierno del estado y convencer a los leoneses de que tienen capacidad para poder luchar de igual a igual con cualquier ciudadano de Europa. Las soluciones mágicas, como la Escuela de Pilotos, no sirven más que para incumplirlas, tal y como se ha demostrado. -¿Qué carencias tiene León en materia de Justicia? -Pues todas las del resto del territorio nacional, pero agravadas. Cuenta con magníficos profesionales de la Justicia, acompañados de una infraestructura muy mala. Y, además, tiene una ratio de jueces por habitantes realmente mala, ya que mientras que el resto del territorio nacional es de nueve jueces por cada 100.000 habitantes aquí es de sólo siete por 100.000 habitantes, por eso vamos a crear mil plazas de jueces o fiscales a nivel nacional. Lo que es absolutamente necesario es invertir en Justicia, algo que el PP no ha hecho en estos últimos años sino todo lo contrario ya que en el último ejercicio redujo el presupuesto del Ministerio de Justicia en 21 millones de euros.