¡Qué bien he dormido hoy! ¿Descansas lo suficiente?

Dormir es un placer... y una necesidad. Y sobre todo para los que están en edad de crecer y de estudiar: durante el sueño el cuerpo segrega la hormona del crecimiento y activa los anticuerpos para defenderse de las enfermedades mientras que la mente organiza los aprendizajes y consolida los recuerdos. Pero las horas de sueño también son fundamentales para los adultos, para su capacidad de trabajo, para su estabilidad emocional, para conservar la salud y, en definitiva, para su calidad de vida. Sin embargo, no todo el mundo tiene facilidad para conciliar y mantener el sueño: el 30% de la población no descansa bien, incluidos los más jóvenes. Si tú eres uno de ellos, prueba a seguir estas pautas: -Mantén horarios fijos para acostarte y levantarte. -Practica ejercicio durante el día pero no justo antes de acostarte. -Evita las cenas copiosas pero tampoco te vayas con el estómago vacío. -Duerme en una habitación fresca, tranquila y sin ruidos. La cama, que sea firme y confortable. La mejor postura, de lado. Boca abajo es malo para la espalda y boca arriba puedes roncar. -No te obsesiones si no puedes dormir. Te levantas, te tomas una tila, te lees un libro aburrido... y cuando te entre el sueño vuelves a la cama. También puedes aprender alguna técnica de relajación, como por ejemplo éstas: -Túmbate boca arriba en la cama, con las palmas de la mano hacia abajo. -Haz respiraciones pausadas y profundas, centradas en la zona del abdomen, imitando a una persona que duerme. -Sitúa la mirada en un punto fijo y mantén los ojos abiertos hasta que te pesen los párpados. -Haz unas cuantas veces un repaso desde la cabeza a los pies soltando bien los músculos y no permitas que acumulen nada de tensión. Dormir no siempre es sinónimo de descanso. Descubre si tus horas de sueño son de verdad reparadoras contestando con Verdadero o Falso (V, F) a las siguientes cuestiones: 1. Me cuesta mucho levantarme por las mañanas. 2. Necesito un despertador para despertarme a la hora crrecta. 3. Suelo reprogramar el despertador para poder dormir unos minutos más. 4. Durante el día me siento cansado, nervioso y con mal humor. 5. Me cuesta concentrarme y acordarme de las cosas. 6. Ante un discurso aburrido, o una clase pesada, me quedo dormido. 7. A menudo me quedo sopas delante de la televisión. 8 . Soy lento a la hora de resolver problemas. 9. Me meto en la cama y eun par de minutos estoy dormido. 10. Después de comidas pesadas me quedo grogui. 11. Cuando voy en coche me entra la modorra. 12. Los fines de semana duermo más horas que de lunes a viernes. 13. Necesito echar una siesta para aguantar el resto del día. 14. Tengo ojeras. 15. Después de cenar, no me da tiempo a ir a la cama: me quedo traspuesto en el sofá. RESULTADOS Si has contestado Verdadero (V) cuatro o más veces es más que probable que no duermas lo suficiente o, al menos, no con la calidad con la que necesitas hacerlo. Prueba a poner en práctica las pautas arriba indicadas para poder conciliar el sueño.