Aclaración

EN RELACIÓN a la noticia publicada por Diario de León el pasado martes 2 de febrero de 2004 (página C9) y titulada «Una trabajadora municipal denuncia al juez ser víctima de acoso laboral», desde el Gabinete de Alcaldía queremos hacer algunas puntualizaciones sobre las acusaciones que se le imputan al alcalde de Villaquilambre, Miguel Hidalgo García, por parte de la funcionaria María Teresa Martínez Espina. Desde su llegada a la Alcaldía el lunes 23 de febrero, Miguel Hidalgo no ha tenido NINGÚN tipo de contacto verbal, físico o escrito con la citada trabajadora, por lo que niega rotundamente que se haya producido acoso laboral o tratos vejatorios contra esta persona, que por otra parte merece todos sus respetos. La denunciante, con plaza de auxiliar administrativo del Departamento de Secretaría del Ayuntamiento, venía desarrollando en los últimos tiempos las tareas de secretaria personal del anterior alcalde y posteriormente fue jefe del gabinete de alcaldía, puestos de confianza de cuyos privilegios -lógicamente- ha dejado de gozar con el cambio del equipo de gobierno. El alcalde dio instrucciones a la Secretaria municipal para que contara con Martínez Espina como auxiliar administrativa y que ésta pudiera reincorporarse a las tareas de redacción de actas al servicio directo de la Secretaria municipal, dejando libre su mesa de trabajo en la segunda planta, que siempre ha ocupado la secretaria personal del alcalde. Fue la Secretaria municipal -y sólo ella- quien decidió y trasladó a la denunciante las instrucciones sobre su nueva ubicación y tareas. Parece evidente que la denuncia ha sido interesadamente filtrada a la prensa por la propia trabajadora, que acusa al alcalde de haberle acosado desde su llegada a la Alcaldía (día 23) y hasta el día 25, fecha en que, según manifiesta la trabajadora, tuvo que estar «de pie en los pasillos», aunque cabe señalar que en este día desapareció del lugar de trabajo, al que no ha vuelto porque ha solicitado la baja. Si la denunciante manifiesta tener «ansiedad», parece poco probable que la causa de ésta sea la llegada del alcalde, que se produjo sólo dos días antes, y tal vez sí pudiera entenderse que dicha trabajadora haya decidido pedir baja por depresión al no adecuarse a las nuevas condiciones laborales, que no son otras que las que le corresponden, sin privilegios ni gratificaciones económicas más allá de las retribuciones que se derivan del puesto que le corresponde como auxiliar administrativa y jefa de grupo del negociado de Secretaría. Hidalgo niega rotundamente haber realizado -ni tan siquiera pretendido- ninguna acción que supusiera vejación o mal trato, falta de respeto o afección a ningún derecho laboral de ésta trabajadora municipal ni de ninguno de sus compañeros, y el equipo de gobierno quiere manifestar públicamente que en ningún caso realizarán acciones u omisiones en contra de los derechos laborales, sindicales o personales de los trabajadores, cuya defensa siempre ha sido una de sus prioridades. La citada trabajadora continúa pues -continuará cuando se reincorpore- en el puesto que le corresponde. Eso sí, ahora «sólo» cuenta con los mismos derechos y obligaciones que el resto de los funcionarios y sí debe fichar su asistencia al trabajo y justificar sus ausencias, y parece conveniente y oportuno señalar que ya no tendrá un sueldo mensual de 2.000 euros como personal de confianza, sino que sus retribuciones deberán ajustarse a su nivel laboral, no porque sufra acoso por parte de nadie, sino porque éstas -y no otras- son las retribuciones que le corresponden. Quisiéramos asimismo pedir a los medios de comunicación que desarrollen su labor respetando escrupulosamente los derechos de todos los ciudadanos, también de los políticos, teniendo en cuenta la trascendencia que puede llegar a tener una noticia que leen miles de personas y que no en todos los casos se ajusta a la realidad. Por la objetividad que se le debe suponer a todo periodista, quisiéramos apelar al sentido común de los profesionales de la información para que cuando se hagan eco de acusaciones tan graves como a la que nos referimos en este escrito, contrasten más fuentes y vayan más allá de la plasmación de filtraciones intoxicadas. Y desde este equipo de gobierno sólo nos queda agradecer a los ciudadanos de Villaquilambre sus muestras de apoyo y asegurarles que, moleste a quien moleste, nuestro único empeño continuará siendo trabajar por los intereses de todos los vecinos de este municipio. Bajo ningún concepto permitiremos que la publicación de falsas acusaciones desvíe nuestra atención de las prioridades que desde el 23 de febrero nos ocupan, destinadas a la construcción de una nueva ciudad al norte de León y de su área metropolitana, que atienda a la calidad de vida y las auténticas necesidades de todos y cada uno de los ciudadanos de Villaquilambre. Por ello, emprenderemos acciones legales contra quienes se empeñen en dañar nuestro nombre y lanzar indiscriminadamente acusaciones.