En la operación se llevaron a cabo doce detenciones, dos de ellas en la capital leonesa
La policía desarticula una red de trata de blancas que actuó en León
La investigación implica también a clubes de alterne de Sevilla, Cuenca y Salamanca
Una operación policial a gran escala, que se inició en la capital leonesa, ha dado con la detención de diez personas, dos de ellas definidas por la policía como propietarias de dos clubes de alterne de la capital leonesa, a los que se acusa de complicidad en el delito de explotación de inmigrantes ilegales rusas que se imputa a dos ciudadanos: A. Z. N., de 44 años y de origen iraní y E. P., de 26 años, de nacionalidad rusa. Según explica la policía en una nota oficial, la red ahora anulada había introducido en España para su explotación en clubes de alterne a más de doscientas mujeres, tal y como se deduce de la cantidad extraordinaria de documentación incautada en los domicilios o entre las pertenencias de los principales responsables de la organización. De acuerdo con las mismas fuentes, la investigación se inició en León a partir de unas informaciones obtenidas en esta ciudad y fue puesta en conocimiento del juzgado de instrucción número dos de la capital leonesa, órgano judicial que se ha encargado de instruir y dirigir el proceso. La subdelegación del Gobierno en León informó de la identificación de los dos clubes de la capital leonesa y su entorno implicados, presuntamente, en esta situación delictiva: la nota emitida por la policía sitúa uno de los clubes en el número 36 de la Gran Vía de San Marcos y el otro en el kilómetro 21 de la carretera León- Astorga), según se registra en el mismo comunicado que detalla una intervención en la que también se detuvo a propietarios o encargados de clubes de alterne de Cuenca, Sevilla, Valladolid o Salamanca. La identidad de los dos detenidos en León facilitada por la policía nacional se ajusta a las iniciales J. G. A., de 54 años, y F. C. F., de 50 años. Según el modo de operar de este grupo, las mujeres (que se definían por una situación económica precaria) eran captadas por compatriotas suyos que les ofrecían un trabajo en España. Este empleo resultó, en todos los casos conocidos, una actividad de alterne y prostitución, frecuentemente en locales y establecimientos y, en otras ocasiones, en la vía pública. La procedencia mayoritaria de las víctimas de este explotación es de Rusia, Rumanía y Brasil. El resto procedían de Nigeria, Bolivia y Colombia.