«Gracias por acordaros del valor que es la sensibilidad»

Un Samuel Rubio emocionado y reivindicativo fue el que ayer tarde recibió el premio de «Leonés del año» en un acto en el que la cultura, las artes, la política y la música de daban la mano para homenajear a este músico leonés cuya trayectoria vital y artística ha estado vinculada desde hace décadas a la música y a hacer posible que la cultura permanezca por encima de intereses, banderas e ideologías. Su padrino en esta ceremonia de los encuentros fue otro compositor volcado totalmente con esta tierra desde siempre: Cristóbal Halffter, quien habló de Samuel con ese conocimiento de causa que otorga el haber trabajado con y junto a él a lo largo de varias décadas. ­-Samuel ¿el que Cristóbal Halffter te haya apadrinado supongo que tiene un significado especial para ti? -No sólo un significado especial sino un orgullo y un eterno agradecimiento hacia una persona de la calidad humana y artística de Cristóbal que tanto y tan a fondo a luchado y continúa luchando por la música desde todos los niveles. Una persona que se ha comprometido con la cultura en general y con ese valor tan esencial para el hombre de hoy como es la música desde cualquiera de sus vertientes. -¿Qué destacaría el «Leonés del Año» de este acto en el que se ha reunido todos sus homónimos de años anteriores cada uno con sus criterios y caracteres diferentes? -Sobre todo destacaría, y por eso les doy mis gracias más efusivas, el que se hayan acordado de ese valor fundamental llamado sensibilidad, llamado arte, llamado música y eso es lo que yo celebro que hayan pensado en la música gracias a este acto que les concita cada año para votar algo realmente importante. También quiero dar a la vez las gracias a todos los que han estado presentes hoy y sobre todo a unas personas que en estos momentos no están conmigo y son los que yo más he querido: mis padres. Gracias a ellos porque yo he sido su mejor partitura. -¿Se puede decir que hoy es la culminación de una etapa de sesenta años entregada totalmente a la música? -En cierto modo sí. Desde aquel primer día en el seminario en que me pusieron una partitura de música delante y yo la cerré porque no entendía nada, hasta hoy en que no puedo vivir sin la música todo en estos años ha estado guiado por ella. Ya en Roma me entregué a ella y regresé a León consciente de que aquí no iba a encontrar más que un erial en lo que a este arte se refiere, pero todo tiene arreglo y compensación. A lo largo de estos treinta años he intentado que la música presida el acontecer cultural leonés y desde ese Festival de Órgano que lleva ya veinte ediciones hasta ese Coro Universitario de mis desvelos todo ha estado dirigido a lograr que el público y los leoneses participen de un bien común y universal como es la música. -¿Ya ahora cómo esta León en ese aspecto? -Ha mejorado mucho pero eso no nos debe permitir relajarnos ni tirar la toalla, al contrario hay que seguir luchando por todo lo que falta por hacer. Todavía se necesitan muchas iniciativas y apoyos para ella, pero por qué negarlo, la música goza en León de buena salud y eso lo podemos ver cada temporada del Festival de Órgano en la que miles de leoneses acuden a la Catedral para seguir los conciertos lo mismo que en el Auditorio y en todas las manifestaciones musicales que se celebran el León. Lo cierto es que la presencia musical dentro de este galardón de Leonés del Año está muy bien representada lo que por otro lado quiere decir que cuando uno se sienta a reflexionar se da cuenta de que sin duda la importancia y transcendencia de la música en León es de primer orden. -Sin embargo todavía existe un lunar negro entre esta bonanza que vive la música y es el órgano por el que usted ha luchado y sigue luchando tanto. ¿Éste título será un aliciente más para ejercer presión hacia las instituciones con el fin de que se coloque ese instrumento? -Hombre eso sería muy triste. Pienso que no es necesario ni que te nombren nada ni que te den títulos. Ellos conocen perfectamente las carencias del actual órgano catedralicio y la imperiosa necesidad de que un nuevo instrumento esté en la Catedral, por lo que no debería ser necesario el tener que llevar este ni otro título para reivindicarlo. No obstante si este título puede servir para ello pues bienvenido sea. -¿Qué pediría para el futuro? -Pues algo que yo creo que es fácil de conseguir con sensibilidad. Algo que una de nuestras canciones más conocidas dice: «Todos somos de León contentos de ser de aquí», pero yo añado «no quiero pasar la vida llorando ni suspirando por lo que nos falta por hacer que es mucho.