Ninguna alusión específica a León, pero extrema dureza con Hunosa

La minería leonesa no tiene esta vez una mención específica, pero sí se vé seriamente afectada porque a la Comisión pide que se fijen las previsiones y los costes económicos y de ayudas, para que sean los pozos con peor resultado económico los que cierren, con la salvedad de los problemas del impacto social y regional. Todas las minas de León, que emplean a 4.800 mineros y producen cinco millones de toneladas han presentado una única unidad de producción, por lo que si Bruselas no aprueba sus costes parciales no tendrán oportunidad de cerrar para mejorar los totales y poder integrarse en la reserva. La única mina española que ha presentado datos pozo por pozo, con previsión de reducir al 2005 un 20% sus costes y producción y un 25% su nivel de ayudas es el principal caballo de batalla de la UE, que no considera suficiente el esfuerzo pero sí el resultado. Recuerda que «debería haber cerrado» en el 2002 en su totalidad y que sólo teniendo en cuenta el impacto, por las razones sociales, en la cuenca central Asturiana, se la mantiene abierta. Ni siquiera el argumento esgrimido en el documento provisional español, de que es necesaria y estratégica para garantizar el abastecimiento mínimo de 100 días a las térmicas de la región convence a Bruselas: «No es compatible con el mercado común», por sus altos costes de producción. Cabe deducir que no le vale que cierre un pozo y un lavadero, sino que quiere más clausuras de tajos e instalaciones para aprobarle ayudas.