El tramo por el que cayó un coche al Torío carece de vallas de protección

El martes sumó un nuevo dato negativo a los registros más trágicos de las carreteras leonesas: dos accidentes y cuatro víctimas mortales, dos jóvenes y dos niños,-cuatro vecinos de Trobajo del Camino- señalan el 6 de abril como una jornada negra. Las circunstancias del siniestro de Matallana del Torío, que se produjo por la salida de vía de un vehículo que cayó al río y arrojó un balance de tres víctimas mortales, han levantado voces de crítica entre los vecinos de la zona, en donde Lorenzo Fierro, de 26 años, era conocido y apreciado por su trabajo como vigilantes del cámping de Vegacervera; en el accidente también fallecieron su hijo, de ocho años, y su sobrina, de catorce. Las consternación por los fallecimientos se mezcló ayer con manifestaciones de malestar por las medidas de seguridad que presenta la carretera León -Collanzo, en concreto, el tramo por el que el vehículo se salió de la vía y se precipitó al cauce del Torío, donde pudieron perecer ahogados las tres víctimas mortales. «Este es el único tramo de carretera en el que no existen protecciones ni quitamiedos», replicó un vecino al referirse al tramo de dos curvas frentre a las antiguas oficinas de la Vasco. Esta zona, con registros de alta siniestralidad, se considera un auténtico punto negro entre los habitantes del Torío alto, distintivo que comparte con la zona previa a la entrada a Vegacervera, en el paraje denominado como El Escobio. El signo luctuoso del accidente que costó la vida a tres personas alentó la reivindicación de más de una década por el ensanche y mejoras de la carretera que usan anualmente los miles de visitantes de las Cuevas de Valporquero. Un familiar de la víctima también subrayó las escasas condiciones de seguridad que ofrece la carretera, sin entrar a valorar las causas del accidente. Cuatro efectivos del cuerpo de Bomberos de León realizaron a primera hora de la noche del martes las tareas de rescate de los cuerpos que encontraron en el interior del vehículo que se hundió en las aguas tras precipitarse al río por un desnivel de ocho o diez metros.