El jubileo de los obispos

Más de una treintena de Obispos Europeos iniciaron el sábado en el monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos) un recorrido por el Camino de Santiago para defender las «raíces cristianas» de Europa. Bajo el lema «Por una Europa plural y secularizada» los obispos quisieron iniciar la ruta en el claustro románico del cenobio benedictino de Silos, donde se encuentra un bajo relieve que representa la enseñanza de Cristo a los discípulos de Emaus e incluye la concha que simboliza el Camino de Santiago. En la parada realizada en León los obispos realizaron ayer un rezo de vísperas en la Basílica de San Isidoro, que estuvo presidida por Eric Vikström, obispo luterano de Finlandia, y posteriormente fueron recibidos por las autoridades locales en la sala Pendón de Baeza del templo y para participar después en un vino español. Los obispos, que continúan hoy su camino, han participado en una explicación sobre la celebración de la misa en la que han participado ocho obispos de la comitiva. A media mañana han emprendido de nuevo el camino para trasladarse a Astorga. La primera parada será en Fondebadón, donde cada uno de ellos colocará un piedra en la cruz en la que se indicará el país de procedencia. Está previsto que el miércoles lleguen a Santiago de Compostela. El primer día Ante una comitiva formada por los obispos, pertenecientes a la Comisión de Episcopados de la Unión Europea, y cerca de 300 personas ente las que se encuentran religiosos y solares, el comienzo de la ruta estuvo marcado por la intervención del vicepresidente de la comisión episcopal europea, monseñor Adrianus Van Luyn. Tras recordar la gravedad de los atentados que se están sufriendo los últimos meses, especialmente el del 11-S en Estados Unidos y el 11-M en Madrid, monseñor Van Luyn hizo también referencia a las raíces cristianas de Europa y se refirió a la ampliación de los países miembros. En este contexto insistió en que «la UE, en virtud de su corresponsabilidad a nivel mundial, debe trabajar por la Justicia y la Paz en el mundo entero». Una vez finalizado el acto religioso recorrieron a pie el kilómetro que separa el monasterio del antiguo convento de San Francisco, en fase de rehabilitación.