| Entrevista | Alberto Martínez Castelao |
«Quizás por nuestro clima, la dieta en León no es tan sana»
Médico leonés, dirige la Sección de Diálisis del hospital barcelonés de Bellvitge, que desde 1980 ha practicado más de 1.800 trasplantes
?l Hostal de San Marcos de León acogió hasta ayer un congreso de diálisis y trasplantes de riñón al que acudieron diversos expertos en esta espacialidad médica, entre ellos el leonés Alberto Martínez Castelao, que en 1975 se fue al hospital barcelonés de Belvitge, un centro que lleva practicados desde 1980 más de 1.800 trasplantes renales, y en cuyo Servicio de Nefrología trabaja este médico de 55 años como jefe de la Sección de Diálisis. -Dicen que es usted uno de los pioneros del trasplante de riñón en España... -Tanto como pionero no, porque cuando me fui a Barcelona en el año 75, el trasplante renal ya se había inventado, estaba evolucionado y había mucha gente trabajando en ello; lo que pasa es que en el hospital en el que yo estoy, en Bellvitge, en Barcelona, hay un programa muy activo de trasplantes en el que yo he participado desde que se empezó, que fue en 1980. Hicimos dos trasplantes en el 78 y a partir del 80 se empezó un programa muy activo, y desde ese año llevamos hechos más de 1.800 trasplantes renales. -¿En estos 25 años han evolucionado mucho tanto las técnicas como la esperanza y calidad de vida de los pacientes? -Han evolucionado las técnicas, porque los urólogos que hacen los trasplantes los hacen mucho mejor que antes; han evolucionado los fármacos, los inmunodepresores, donde se han descubierto cosas nuevas que no teníamos hace treinta años, y ha evolucionado muchísimo la manera de tratar al paciente con más seguridad y con más eficacia, y sobre todo ha mejorado mucho la calidad de vida de los pacientes; probablemente es uno de los campos de la medicina que más ha progresado. -¿Y qué camino queda ahora por delante? -Siempre queda camino por delante, porque hay algunos aspectos que hay que mejorar; por ejemplo, la supervivencia a largo plazo de un trasplante renal no funciona al cien por cien; al cabo de diez años, en nuestra estadística tenemos aproximadamente una supervivencia de un sesenta por ciento de los enfermos. Otro de los retos es lo que llamamos el rechazo crónico del trasplante, cómo mejorarla con nuevos fármacos y con un mejor manejo de lo que conocemos. Otro aspecto que también hay que mejorar es la seguridad de los inmunodepresores, para que produzcan el mayor efecto para evitar el rechazo en el paciente con el menor daño posible. Hipertensión y diabetes -¿Qué porcentaje de la población sufre problemas renales? -En España en este momento hay unos 30.000 enfermos de riñón conocidos, luego estamos hablando de algo más de una persona por cada mil habitantes. Actualmente hay unos 15.000 enfermos trasplantados con éxito, y casi 20.000 pacientes que están en diálisis. -¿Cuáles son las causas más frecuentes para padecer del riñón? -Una es la hipertensión arterial y la otra es la diabetes; son dos patologías que se ven con mucha frecuencia entre la población y es muy importante que se hagan campañas de prevención. Conviene que la gente se controle la presión arterial, y otro aspecto es vigilar el azúcar. -¿Los hábitos sanos de alimentación ayudan? -Esto es muy importante. Que las personas se acostumbren a comer con poca sal, algo de lo que cuesta mucho convencer a los españoles, y hacer ejercicio, lo cual no significa ir al gimnasio todos los días, sino que con salir a caminar un rato, una hora todos los días, es más que suficiente. También es muy importante moderar el consumo de alcohol y suprimir el tabaco en la medida de lo posible, porque el tabaquismo, además de afectar al pulmón, al corazón y a las arterias, es un factor que influye en el riñón. -Los hábitos alimenticios de los leoneses no parecen los mejores... -Los leoneses tenemos menos propensión que los españoles de otras regiones, como valencianos o catalanes, a la dieta mediterránea, y quizás por nuestro clima, que es muy duro, la dieta aquí no es tan sana como la de climas más cálidos, y por eso es muy importante que la dieta mediterránea la pongamos en práctica: comer con poca sal y variado, pero sin grasas. -¿Hace mucho que se fue de León? -Ahora ya llevó más años fuera que los que pasé en León. Yo hice el Bachillerato aquí, en los Maristas, estudié en Salamanca Medicina, y volví aquí en el año 73, cuando fui médico residente en el Hospital General de León, y en 1975 me fui a Barcelona, donde hice la especialidad en nefrología, y allí me quedé. -¿Ve la ciudad muy cambiada desde entonces? -Bueno, yo vengo muy a menudo a León, un par de veces al año como mínimo, pero sí, la ciudad ha ido a mejor; es una ciudad muy agradable y con un nivel de vida excepcional, y el único problema es el frío, al que uno se deshabitúa. -¿Conoce el nuevo hospital? -Lo conozco, pero lo que pasa es que no me quedé unos días para ver su funcionamiento. Es bastante diferente a cuando yo estuve, en mis años era un hospital más pequeño, lógicamente, aunque en aquel momento era un centro pionero en el sistema MIR, el sistema de residentes, donde pese a que era pequeño tenía un programa muy instructivo para la formación de médicos. Hoy en día es un gran complejo hospitalario que tiene prácticamente el mismo número de camas que tenemos nosotros ahora en Belvitge, que es un hospital para un área de referencia de referencia de nivel 3, en la que tenemos 1.200.000 habitantes, y León tiene ahora mil camas para una población máxima de 550.000 habitantes, luego realmente la asistencia en el complejo hospitalario de León creo que es muy aceptable.