La portavoz del Gobierno Vasco emplaza al PP y al PSOE a climas de consenso
Azkárate dice que el diálogo del Plan Ibarretxe no incluye ceses
«Es pronto para enjuiciar si el nuevo gobierno traerá más facilidades para las aspiraciones vascas»
La consejera y portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkárate, emplazó ayer al PP y al PSOE a propiciar «climas de entendimiento» y recordó a estas dos formaciones que los términos «ceses, renuncias y retiradas no aparecen en ningún momento en la definición de la palabra diálogo». Azkárate, quien ofreció en León una conferencia acerca del conocido como «Plan Ibarretxe», instó a estos dos partidos a que abandonen lo que denominó como «el discurso de a qué vas a renunciar, en qué vas a ceder y hay que retirar el Plan» con el ánimo de abrir «consensos» entre nacionalistas y no nacionalistas. «Declaraciones como las de después de la última reunión del Pacto Antiterrorista no ayudan mucho a que se normalice la convivencia en Euskadi», dijo a los periodistas la consejera, quien matizó que, no obstante, «aún es pronto» para enjuiciar si el reciente cambio al frente del Gobierno español implicará mayores facilidades o no para las aspiraciones del Ejecutivo vasco. Sin embargo, hizo hincapié en el hecho de que, a finales del mes pasado, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, se reunió con diversos cargos del nuevo Gobierno socialista para ofrecer «diálogo y llegar a acuerdos, aunque no a exigir ni a pedir», según matizó Azkárate. Azkárate expuso que los partidos suscriptores del Plan -PNV, EA e IU- «sabemos que en ese documento no está toda la razón, porque en una sola parte nunca suele estar». No obstante, argumentó que, «partiendo de que ahí está una parte de razón, hay que completarla con otra parte de razón que puedan aportar otros para alcanzar la mayor razón posible». Tras recalcar que el proyecto contenido en el «Plan Ibarretxe» persigue para el País Vasco su conversión en una comunidad libre asociada, pero siempre en el seno del Estado español, defendió que «ni las constituciones ni los textos jurídicos pueden ser jamás techos, frenos o cortapisas».