Un efecto antifatiga milenario presente en cientos de compuestos

Ya se tienen noticias de la presencia del ginsén de forma salvaje desde el año 16 antes de Cristo. Nacida en Asia, libros orientales desde hace siglos relatan las virtudes de esta planta. Sin la mano del hombre, hoy en día aún puede encontrarse en bosques y lugares inaccesibles de regiones asiáticas y sudamericanas. Tres son los métodos que existen para su cultivo: condiciones sillvestres simuladas, a campo abierto con sombra artificial y en hábitat silvestre natural. Precisamente este último método supone uno de los más utilizados, ya que utiliza los árboles del bosque como sombra y requiere una menor inversión. Su efecto antifatiga, según los expertos, tiene lugar a través de las células, gracias al aumento del oxígeno tomado y también por los procesos catabólicos y anabólicos del matabolismo celular. Puede comprarse en cápsulas y tabletas, así como en raíz entera, en trozos o en polvo. Es un tonificante y vigorizante.