«Retirarme como presidente de la Audiencia colma todas mis aspiraciones»
-¿Tiene la sensación de que la sociedad acepta el rol del juez, que está aclimatado y relacionado socialmente? -Eso creo que va más con la persona, con el carácter de cada uno. Pero si tengo que valorar esta situación me inclino por que sea así. Que la relación social del juez sea máxima con en el entorno. -Es usted un caso de excepción en cuanto a las distinciones que ha recibido; ¿cuál le ha causado más satisfacción de todas? -Puede parecer pedantería por mi parte hablar de este asunto. Pero sólo quiero decir que estoy encantado y desbordado por todas las distinciones que me han concedido. Yo no he hecho nada especial para merecer esos reconocimientos. Sí tengo que reconocer que me costó alguna lágrima saber que me iban a nombrar Hijo Predilecto del pueblo en el que viví con mis padres y pasé mi infancia, y que pusieran mi nombre a una calle de Sena de Luna, en la casa de mis padres, en donde paso algunas fechas de vacaciones. Es igual de emocionante que me nombraran Pastor Mayor de los Barrios de Luna, por ser una tierra de donde procede mi familia, gente humilde. -¿Cumplió todas las metas profesionales? -Puedo decir que jubilarme como presidente de la Audiencia de la provincia en la que nací colma todas mis aspiraciones profesionales. -¿Sabe por qué eligió ser juez? -Ni que decir tiene que soy el primero entre mi familia que llega a ser juez; ya puedo decir que no el último. Iba para médico hasta que me dí cuenta de que me mareaba ver la sangre. Luego fueron las circunstancias: por unas amistades conocí la materia de Derecho, me gustó y aquí estoy, cuatro décadas después de mis primeros destinos: Potes y Cistierna. -¿Cómo le gustaría que le recordaran? -Como una buena persona, como una persona normal, de la calle.