Agrícolas zanja la polémica de los tres profesores criticados por los suspensos

La Escuela de Agrícolas ha logrado poner soluciones a los problemas con tres profesores que provocaron las quejas continuadas de los alumnos, de modo que las asignaturas de Fitotecnia, Matemáticas y Física se han convertido, durante muchos años, en auténticos obstáculos para los estudiantes. El director del centro, Juan Antonio Boto explicó que se ha trabajado con los alumnos, los profesores y el rector para intentar llegar a un acuerdo, algo que ocurrió con Fitotencia hace algunos meses. En cuando a Matemáticas, la junta de facultad rechazó en el mes de mayo el plan docente que impartía el profesor Pedro Díez, por lo que este profesor no volverá a dar clase en Agrícolas, donde creó una auténtica «psicosis» entre los estudiantes que comenzaban esta carrera. Boto destacó que «por primera vez se ha visto la implicación total de los alumnos que han logrado que un profesor no siga dando clase». La tercera asignatura que trae más de un quebradero de cabeza para los alumnos en Física que imparte Miguel Celemín. Un profesor que, según Boto, «a cambiado de actitud, por lo que vamos a darle un voto de confianza». Para ello han sido necesarios diversos toques de atención y de reuniones a tres bandas (alumnos, escuela y profesor) en las que también ha participado el rector de la ULE, Ángel Penas. Los estudiantes aseguran que sus enseñanzas «son buenas pero su rectitud incomoda mucha y provoca tensión en el aula». Una oportunidad Por su parte, el director del centro afirma que los resultados de los exámenes de febrero, en los que han aprobado la mitad de los alumnos, demuestra que «hay un cambio de comportamiento por lo que hay que darle una oportunidad», algo que indigna a los estudiantes que se preguntan qué oportunidad han tenido todos los que con un 4,9 han suspendido en sexta convocatoria. Para intentar buscar una solución alternativa la Universidad autorizó la simultaneidad de estudios en Ponferrada de modo que los estudiantes pueden matricularse de estas asignaturas en Ponferrada. Una solución tan sólo transitoria ya que, al ser materias de primer curso, la ley obliga a matricularse de todo el curso completo. «Hay gente que no se lo ha podido permitir puesto que supone pagar la matrícula del curso actual y la del primer año completo aunque sólo te examines de una asignatura», dicen. Además reprochan a la dirección del centro no haber tomado medidas más duras contra estos docentes que han provocado que muchos alumnos abandonen la titulación o trasladen expediente. Un reproche al que Juan Antonio Boto responde afirmando que «se ha intentado resolver el problema de la forma menos traumática posible», a la vez que reconoce que el cambio de plan ha agudizado los problemas.