Cree que la empresa sólo quería las ayudas y pide mantener los empleos
La Iglesia exige la implicación de Zapatero en el caso Enervisa
El conflicto de Enervisa no ha dejado indiferente a la Iglesia. El consejo de pastoral de la parroquia Cristo Rey de Cistierna ha querido hacer pública su preocupación por la regularización laboral que ha planteado la empresa y que afectaría a 61 de los 119 trabajadores. Además de mostrar su solidaridad a las familias que «viven momentos de incertidumbre», exigen la mediación de las administraciones en el problema. Consideran vital que «tanto el Ayuntamiento de Cistierna, como la Diputación de León, la Junta y hasta el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se impliquen en la defensa del puesto de trabajo de todos esos empleados», y recuerdan que muchos de ellos eran antiguos mineros, que ya se habían quedado sin trabajo tras el cierre de Hulleras de Sabero, o ganaderos, que abandonaron sus pequeñas explotaciones para incorporarse a una empresa de su ramo. Promesas incumplidas El consejo de pastoral, que se reunió el pasado día 3, critica que se anuncien tantas inversiones destinadas a reactivar las zonas rurales y lograr fijar población, cuando la realidad indica cuestiones distintas. «Lo que viene sucediendo en nuestra comarca es difícil de entender y de creer. Primero se cierra la mina, que era la fuente de ingresos de toda la zona, y después se prometen ayudas y empleos que no han llegado». En su carta, la pastoral recuerda que las administraciones simularon que no iban a abandonar a los trabajadores a su suerte, ofertando otros puestos de trabajo, «pero lo cierto es que una vez cerrada la mina, han pasado los meses y los años, se acaba el dinero y las ayudas y aquí no se crea nada de nada», se quejan. También opinan que esas situaciones son las que han obligado a muchas familias a emigrar de la comarca en busca de un futuro mejor. La Iglesia lamenta las expectativas que creó hace cuatro años la llegada de Enervisa, porque ahora «se reafirma lo que veníamos pensando, que muchas de las empresas que se han instalado tanto en el polígono de Vidanes como en el de la herrera lo único que buscaban era la subvención de las distintas instituciones». Por eso, los anuncios que realicen los políticos estos días sobre «nuevas ayudas para reactivar el valle, no lograrán despejarnos las dudas de si será verdad o continúan jugando con las esperanzas de toda la comarca».