El alcalde no cree que las diferencias de los leonesistas afecten al pacto
De Francisco denuncia una trama para liquidar UPL con apoyo del PP
Joaquín Otero pide a los críticos de su partido que no hundan la nave y les invita a irse
Oficialmente no hay crisis. Ni siquiera dos facciones duramente enfrentadas. Sin embargo, varios líderes de la Unión del Pueblo Leónés (UPL) mantienen una «guerra» de acusaciones que se libra públicamente en la prensa. Tras el reciente congreso que el partido celebró en Astorga, la UPL vive sus horas más tensas. La lucha por el liderazgo y el pacto con el PSOE en el Ayuntamiento de León están en juego. PSOE y PP no asisten ajenos al conflicto. El alcalde de León, Francisco Fernández (PSOE), dio un «toque» hace días al secretario general de los leonesistas, Joaquín Otero, pidiéndole que no «amenazara» continuamente con romper el pacto municipal. Ayer, el alcalde aseguraba que las discrepancias internas de la UPL no ponen en peligro la cohabitación municipal. Mientras, el PP, que vive su particular «crisis» -Vallejo dejó la portavocía en favor de Saurina-, aguarda el momento para retomar el poder. Otero fue el primero en abrir «fuego». Afirmó que ahora su partido está ilusionado, que las decisiones no las toma una única persona y que nadie es imprescindible, en clara alusión a José María Rodríguez de Francisco. La concejala Covadonga Soto replicó que la actual situación de la UPL es «transformable en cualquier momento» y llamó «cobarde» al portavoz de UPL en el Ayuntamiento, Javier Chamorro. Otero invitaba ayer a los disidentes a abandonar «la nave». Rodríguez de Francisco, en declaraciones a la agencia Efe, acusó a su compañero y portavoz leonesista en la Diputación Luis Herrero Rubinat de pretender «destruir, en connivencia con el PP», a la UPL, con el presidente de esta institución provincial, Javier García-Prieto, como «cómplice» de ese hipotético «plan».