Los alumnos del Valbuena no tienen el colegio preparado para emergencias

No hay posibilidad de huida. El colegio público Antonio Valbuena carece de un plan para evacuar a 755 alumnos si se produjera un incendio o un escape de gas. Además, todas las ventanas de la primera planta tienen rejas. Este centro acoge a 49 alumnos especiales, 27 de ellos con problemas de movilidad, que en ningún caso podrían utilizar las escaleras en una situación de emergencia y, menos áun, los ascensores. Hace dos años el techo del parvulario se desplomó segundos después de que la maestra sacara corriendo de forma providencial a los 24 niños. Entonces la asociación de padres elaboró un informe con las múltiples deficiencias del centro, algunas de ellas estructurales, y lo remitió a la Dirección Provincial de Educación. También elevaron una queja ante el Procurador del Común, en diciembre del 2003, que fue admitida a trámite. Sin embargo, la única respuesta que han recibido, según Carlos García, vocal de la APA, ha sido «un montón de ladrillos» pero ninguna obra. Ahora, están dispuestos a llevar sus reivindicaciones «hasta las últimas consecuencias». Planean presentar una denuncia ante la Fiscalía del Menor por «dejación de funciones», enviar correos electrónicos a todas las escuelas públicas de Castilla y León -muchas de las cuales sufren problemas similares-, pedir apoyo a las asociaciones de discapacitados e, incluso, iniciar el curso con una huelga de alumnos. Afirman que los técnicos en salud y prevención no pueden firmar un plan de evacuación -obligatorio en todos los centros como establece una normativa de 1984-, porque es imposible actualmente desalojar a los niños, al carecer el edificio de rampas. Por ello, la APA ha decidido «denunciarlo públicamente», porque «la vida de algunos niños corre peligro». En su opinión, «es impresentable que la Junta haga publicidad de la adecuación del Camino de Santiago para minusválivos cuando no adopta las mismas medidas en los colegios». También los sindicatos, según las mismas fuentes, presentaron una denuncia ante la Inspección de Trabajo el 5 de diciembre del 2003, que no ha tenido efecto hasta la fecha. Ana María Álvarez, presidenta de la APA, asegura que el Antonio Valbuena tiene 25 años y en este tiempo no se han hecho obras de mejora, pese a que desde hace trece este centro es un colegio de referencia para niños con problemas de motricidad. Una escalera para San Claudio El director del Antonio Valbuena remite todos los años un informe a Educación con la misma frase: «El colegio no reúne las condiciones necesarias de evacuación». Quienes han tenido más suerte son los padres del colegio público San Claudio, que también reclamaron durante años una escalera de incendios, cuyas obras acaban de ser adjudicadas, según publicaba el Bocyl del pasado día 3. En la Dirección Provincial de Educación afirman que el problema del Valbuena será una prioridad el próximo curso y que han encargado un estudio, pero no concretan fechas. Añaden que cada año intentan eliminar barreras arquitectónicas en algún colegio y adecuar las instalaciones obsoletas, como el caso de los gimnasios. Tampoco dan datos de otros colegios con similares deficiencias de evacuación. Consideran «excepcional» el caso del Valbuena, al que han llegado a proponer que traslade a los alumnos con problemas de movilidad a centros más idóneos, «pero los padres se han negado». La APA tiene una lista de «anomalías», como un sótano «impracticable», puertas que abren hacia adentro, grietas en varias aulas, enchufes, cables y regletas en deficiente estado o estanterías sin anclar; aparte de los barrotes que convierten el edificio en una «jaula». Carlos García y Ana María Álvarez temen que «ante un pequeño incendio o un escape de gas, la salida pueda ser atropellada». Explican que en el instituto Juan del Enzina, por ejemplo, se ha estudiado la colocación de ascensores alimentados con baterías; solución que podría ser válida para el Valbuena.