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En la comunidad sólo Burgos y Valladolid aventajan en resultados a la provincia leonesa

León supera la media española en nivel de renta, educación y esperanza de vida

Ocupa el puesto 17 de España en el Índice de Desarrollo Humano y el país es el 21 del mundo

León es una de las provincias en las que mejor se vive, con más riqueza y esperanza de vida

León

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León es una de las provincias de España -en el puesto 17- con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH), un indicador que refleja con mayor fidelidad que el Producto Interior Bruto o la renta per cápita la situación real de cada país. España, pese a retroceder dos puestos con respecto a la anterior «encuesta», se coloca en el 21 del ránking mundial, a tan sólo unas décimas de distancia de Francia y Alemania. Desde 1990 la ONU maneja datos como la esperanza de vida al nacer, el nivel de asistencia a la escuela, la riqueza per cápita o el porcentaje de gente que sabe leer y escribir, para averiguar el desarrollo de todos y cada uno de los países. Madrid, Navarra, País Vasco, La Rioja, Aragón y Castilla y León, por este orden, son las comunidades con mayor Indice de Desarrollo Humano, según el estudio elaborado por el Instuituto Valenciano de Investigaciones Económicas y hecho público ayer. Sobre una puntuación de cero a uno, Madrid obtiene una puntuación de 0,945 y León de 0,905 -catorce centésimas menos que Valladolid-. Los resultados nacionales revelan que en los últimos veinte años se ha producido una considerable «convergencia» entre comunidades o, lo que es lo mismo, ya no se puede hablar de provincias de primera y de segunda categoría, ya que todas todas se encuadran dentro del grupo considerado por Naciones Unidas como desarrollo humano alto; por encima del 0,800. Aunque siguen existiendo diferencias de unas regiones a otras, ya no son tan acusadas como a principios de la década de los ochenta. Entre 1980 y el 2000, la esperanza de vida aumentó en todas las provincias, aunque las del Norte, como León, siguen llevando ventaja al resto. El n ivel de probreza se ha ido reduciendo progresivamente en los últimos años y el descenso ha sido sostenido desde 1994 hasta llegar al 12,64 por ciento en el 2000.