León propone eliminar el punto negro de Villaobispo con una pasarela elevada

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de León, Francisco Gutiérrez, ha solicitado al Ministerio de Fomento que solucione el conflictivo cruce de la Ronda Este con la localidad de Villaobispo colocando una pasarela elevada. Gutiérrez apuesta por esta medida, al menos de forma transitoria, tras las dificultades que han encontrado los técnicos para realizar un paso inferior en la zona, como estaba previsto. De hecho, las obras para soterrar la N-630, en el punto kilométrico 145,800, fueron adjudicados ya en el 2002 por 4,1 millones de euros, tras una década de reivindicaciones vecinales y deberían haber comenzado en el 2003. Sin embargo, la obra sigue paralizada y acumula un retraso superior a un año. El Ministerio de Fomento, responsable de los trabajos, reconoció el pasado mes de enero que la obra «no se ha iniciado porque antes de su ejecución se efectuó una campaña exhaustiva de sondeos y análisis de las corrientes de agua del subsuelo, cuyos resultados han hecho precisa la reconsideración de los elementos estructurales, que están siendo estudiados para proceder a su posterior ejecución». Con esas cinco líneas se confirmaban las sospechas de que el presupuesto es insuficiente ahora para salvar los problemas de inundación de la zona y que los cálculos sobre la longitud el muro de contención que debía construirse eran insuficientes. El PSOE calificó el proceso «de auténtica chapuza» y denunciaron cómo se podían hacer unas catas después de tener preparado el estudio de viabilidad de la obra y el proyecto. A juicio de los socialistas, lo sensato, y lo que ocurre en la mayoría de los trabajos, es que se realizan los sondeos y las catas antes de presentar el proyecto de ejecución y antes de adjudicar la obra. El PSOE considera «que Fomento adjudicó a toda prisa las obras, sólo para rentabilizarlas en las elecciones de mayo del 2003». Historia de despropósitos Los problemas técnicos que están frenando la construcción del paso inferior de la Ronda Este son un obstáculo más en la larga lista de despropósitos que acumula el paso inferior de Villaobispo. La historia comenzó a finales de los ochenta, cuando los vecinos del pueblo se movilizaron para exigir que antes de la apertura de la Ronda se habilitara un paso soterrado que evitara la peligrosidad del cruce. Recogieron 5.000 firmas, pero sus quejas cayeron en saco roto durante ocho años, ya que hasta el 27 de abril de 1998 no se iniciaron las primeras actuaciones administrativas para construir el paso. Fomento incluyó en sus presupuestos del 2000 una solución, un paso elevado, pero los vecinos rechazaron esa posibilidad y el dinero se invirtió en otras obras en León. Las presiones se intensificaron y el ministerio retomó el proyecto del soterramiento de la N-630, que fue adjudicado en el verano del 2002 y que debería haberse concluido el pasado 31 de diciembre. Tras ponerse la primera piedra, las obras siguen sin comenzar y desde León se vuelve a apostar por al idea primitiva de construir un paso elevado.