Aquellos maravillosos años...

Entre las valoraciones post-electorales y el pleno de las Cortes de Castilla y León, los políticos castellanos y leoneses sacan tiempo para acordarse de los miles de alumnos que pasan estos días el siempre duro trámite de la selectividad y que esta tarde conocerán las notas, a partir de las seis de la tarde, según ha informado la Universidad de León. No en vano, todos ellos fueron alguna vez estudiantes y luego universitarios. Para muchos de los que cursaban sus estudios en un pueblo, la prueba de acceso a la Universidad constituía una de las pocas veces que pisaban la ciudad, mientras que para otros era la primera vez que compartían clase con alumnos de distinto sexo¿ Claro que aquellas pruebas de acceso a la Universidad fueron hace bastantes años, según recuerda el procurador socialista por León, Antonio Losa, quien hizo lo que conocía como Preu o Preuniversitario allá por el año 71 ó 72, en la capital madrileña. «Lo que más me sorprendió fue encontrarme de repente con veinte grupos de unos cuatrocientos alumnos cada uno». En Madrid, donde posteriormente comenzó la carrera de Ingeniero Agrónomo fue donde losa se hizo «universal y apátrida», mientras que en León , donde poco después encontró su primer trabajo, «me convertí en leonés de adopción». Otro que también hizo el Preu fue su compañero de escaño, Ignacio Robles, quien recuerda las últimas pruebas «con muchos nervios», porque lo examinaba el catedrático Valdo Merino, conocido en León por ser un «hueso duro». Sin embargo, la primera sensación que le viene a Robles al recordar aquellos días es la de que «ya te sentías como un universitario, lo cual era muy importante». Por su parte, para la procuradora socialista por León Inmaculada Larrauri la prueba de acceso a la Universidad que le tocó hacer no suponía sólo «la posibilidad de viajar a la ciudad y convivir con otros estudiantes», sino también una gran responsabilidad ya que se trataba de un paso trascendental para el futuro y «de ello dependía que pudieras independizarte por fin». Si bien recuerda con alegría el haberse librado del Preu porque no era necesario para acceder a Enfermería, tampoco olvida los nervios antes de los exámenes que tuvo que aprobar para entrar en la Escuela Marqués de Valcecilla de Santander. 1397124194 Conejillos de indias Algo parecido debió sentir su compañero de hemiciclo, aunque no de partido, José Antonio Velasco, para quien aquellos exámenes le dieron la oportunidad de pasar su primera noche en un hotel. Además de nervioso, Velasco también se sintió como un «conejillo de indias» puesto que por aquel entonces (año 74 ó 75) arrancaba por primera vez la conocida prueba de Selectividad. «Pensábamos que como éramos los primeros, no sería muy duros con nosotros», recuerda. En cualquier caso, el político leonés superó los exámenes y pudo entrar en Medicina para la que por aquella época no se necesitaba una nota especial. El que no aprobó en primera instancia la Selectividad fue el portavoz de la Unión del Pueblo Leonés, Joaquín Otero, quien estaba empeñado en meterse a Policía Secreta. Sin embargo, aquel primer tropiezo debió hacerle cambiar de idea puesto que tras volver a presentarse en septiembre, optó por algo mucho más tradicional, como puede ser estudiar es la carrera de Derecho.