Subdelegado del Gobierno en León
«La palabra será nuestra actitud permanente para tomar decisiones»
El máximo representante del Gobierno en la provincia destaca la voluntad de diálogo como eje de la gestión que realiza desde el pasado mes de mayo
Francisco Álvarez, subdelegado del Gobierno en León desde el pasado 10 de mayo, señala palabra y diálogo como ejes esenciales de lo que va a ser su responsabilidad como representante gubernamental en la provincia. Todo, para perseguir la eficacia, indica. -Hace falta recurrir a los archivos para recordar quién fue el último leonés que ejerció este cargo. -No es por casualidad; fue por iniciativa del delegado del Gobierno, Miguel Alejo, también enraizado en esta tierra y con relación y origen en una parte de la autonomía, que vió oportuno proponer que los subdelegados fueran de las provincia de origen. -¿Cómo valora esta decisión? -Yo creo que es muy positivo teniendo en cuenta las funciones que se persiguen, que tiene asignadas el sudelegado del gobierno, al que no se debe ver sólo como el jefe orgánico de las fiestas, sino como el coordinador, el dinamizador, que pone en relación a instituciones de ámbito local con las de carácter nacional. Todo esto tiende a facilitarse si se hace por una persona que conoce el medio. Ese ha sido el motivo y la justificación por la que tanto el delegado como el ministro de Administraciones Públicas han visto oportuno que los subdelegados procedan de esa provincia. -¿Cómo define esta toma de contacto con la tarea de la Subdelegación? -Debido al ritmo de trabajo que mantenemos desde el primer día, no sólo como toma de contacto. Debo valorar, en primer lugar, el buen hacer de los funcionarios que dependen directamente de la Subdelegación de Gobierno, como un grupo de personas sumamente cualificadas; su competencia profesional y su lealtad me han facilitado mucho las cosas. -¿Hay algún objetivo a corto plazo que suponga una prioridad para la Subdelegación? -Ya anuncié medidas para agilizar los trámites que obligan a los extranjeros, con la creación de una oficina o ventanilla única, que simplifique y reduzca el tiempo de espera, vital en esta provincia porque es receptora de emigrantes y también un esfuerzo contra los casos de malos tratos. -¿Hay previsiones para la renovación de plantillas de las fuerzas de seguridad en León? -Me remito a las declaraciones del propio gobierno y del Ministro de Interior, sobre que los cuerpos están mermados. La provincia de León se define también por esa norma general. Observamos un envejecimiento de las plantillas y una escasez de medios en algún caso; me refiero especialmente a la comisaría de Ponferrada. Para conocer los ritmos y previsiones de incorporación en esos casos habrá que esperar para determinar las provisiones de nuevas plazas, que será una de las actuaciones ministeriales en esta legislatura. -¿Se puede achacar a estas circunstancias la sensación de falta de seguridad que se ha trasmitido desde alguna zona rural de la provincia? -Es necesario cambiar la actitud; muchas veces una intervención policial es más eficaz simplemente al aumentar la presencia de agentes en la calle. Hablamos de labor disuasiva. Que es lo que demandan muchos alcaldes; que se reabran cuarteles, que se incentive la presencia de agentes, que aumenta la sensación de seguridad entre la gente. Aunque los informes indican lo contrario; los delitos bajan. -¿Tiene que ver en este punto la anunciada coordinación o el mando único? -Hay un exponente sobre esta cuestión más allá de lo que deba de explicitar la nueva ley de cuerpos de seguridad; y es que la coordinación entre cuerpos policiales funciona. Así se pone de manifiesto en las Juntas Locales de Seguridad que hemos reunido; en toda la provincia, los componentes de esas mesas de seguridad, policías y guardia civil, subrayan que hay colaboración en las actuaciones. Lo importante es que funciona la coordinación, además de que se regule con una ley. -Dijo un día que la responsabilidad de su función le obligaba a contar hasta cien antes de tomar decisiones. -Nuestra intención es utilizar la palabra; estamos hablando con la gente. Lo importante es resolver conflictos, analizar con los agentes los problemas y las causas y decidir siempre guiados por lo que hay que salvar. Escuchar y reflexionar antes de tomar decisiones; creo que la palabra es básica para resolver problemas. Esa es una actitud permanente, tanto personal como por directrices del gobierno. -¿Cómo le gustaría que se recordara su tarea en la Subdelegación? -Yo me iré contento con mi trabajo si las personas que nos demandan ayudas ven resueltos sus problemas. Debemos definirnos por la eficacia.