Pocas vacaciones y mucho trabajo

A Ángel Villalba los excesos siempre se le notan en la voz. Y es que este año ha sido un exceso para cualquier político pero más aún para el recién reelegido secretario regional del PSOE: cuatro procesos electorales, con sus correspondientes campañas de mítines y promoción, a los que se suman un congreso federal y otro regional, celebrado este fin de semana. A la vuelta de la esquina se vislumbran los congresos provinciales, que requerirán un nuevo esfuerzo de consenso, mientras que hace poco más de dos semanas se enfrentaba a su primer debate sobre el estado de la comunidad. Apenas se ha tomado unos cuantos días de asueto puesto que los que le conocen aseguran que es un trabajador infatigable. En su último descanso, el pasado lunes, dividió el tiempo entre sus dos grandes pasiones: estar con su hijo pequeño y hacer deporte, y, en tercer lugar, el móvil, que a pesar de la mala cobertura de su rincón leonés favorito, hace las veces de oficina andante. Los que no le conocen dicen que es una persona seria en exceso e incluso huraña, pero, después de media docena de entrevistas, no resulta difícil arrancarle una sonrisa. Por ejemplo, cuando se le pregunta por la felicitación de Zapatero, claro que se borra al instante cuando tiene que explicar los ya famosos piropos al presidente de la Junta.