Mueren ahogados dos leoneses en la concurrida playa asturiana de Xivares

Habían ido a pasar un tranquilo día de playa en Asturias y encontraron la muerte. Todo ocurrió muy deprisa. Era cerca de la una de la tarde y la bajamar había dejado accesible a pie las tres calas de la playa de Xivares, donde desemboca el canal de la central térmica y las aguas de la ría de Aboño son más cálidas. Fidel T. M., de 63 años y vecino de Vega de Gordón, decidió zambullirse antes de comer. Un grupo de surfistas fueron los primeros en detectar que el hombre era arrastrado por la corriente y hacía esfuerzos inútiles por retornar a la playa. Desde la orilla, una de las compañeras de la excursión leonesa, organizada por la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados, decidió lanzarse al agua en su ayuda. Encarnación V. C., de 45 años y vecina de la capital, intentó nadar en dirección hacia a su compañero para rescatarle, pero fue igualmente empujada por la corriente. Los excursionistas alertaron rápidamente por teléfono a la torre de emergencias de La Morgal. Cuando llegaron los servicios sanitarios del Plan de Salvamento de Playas (Sapla) trataron de reanimar durante un largo espacio de tiempo a los dos bañistas, pero todos los esfuerzos fueron en vano. A los veinte minutos, según relato de testigos presenciales, acudió también un helicóptero de los bomberos de Asturias, con la intención de trasladar a las víctimas a un centro hospitalario. Era demasiado tarde. Ningún cartel de peligro Los compañeros de viaje de los fallecidos, conmocionados por el suceso, explicaron que no existía ningún cartel que indicara la peligrosidad de estas aguas o prohibiera el baño, teniendo en cuenta que en este mismo lugar hace siete años se ahogaron otras dos personas -como averiguaron más tarde-. Fuentes asturianas indicaron a este periódico que Xivares es, precisamente, uno de los «puntos negros» de la costa del Principado por el número de muertes. Un vecino del municipio asturiano de Carreño, donde se encuentra la playa de Xivares, aseguró que cada vez que instalan letreros de advertencia «desaparecen al poco tiempo». El autocar con la excursión leonesa, integrada por una treintena personas, volvía de regreso a la capital en torno a las diez de la noche. En el tanatorio de Gijón habían quedado los dos cuerpos de sus compañeros, a la espera de que se les practicara la autopsia. Los amigos de las víctimas afirman que «sabían nadar perfectamente» y que, en ningún caso, eran personas «imprudentes». Algunos criticaron la demora con la que llegaron los servicios de salvamento y el hecho de que la playa de Aboño carezca de socorristas, cuando es una de las más concurridas durante los meses verano, especialmente por leoneses, al ser una de las más próximas a esta provincia. No es la primera vez que la Asociación de Alcohólicos Rehabilitados organiza una excursión y, al parecer, la playa de Xivares había sido su punto de destino en más de una ocasión; la última vez, hace ahora cuatro años.