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«El actual pacto entre PSOE-UPL no garantizala gobernabilidad en el Ayuntamiento»

El ex alcalde considera que la situación municipal es inestable, al tiempo que reivindica el papel del PP como partido ganador y su derecho a gobernar, «aunque no guste»

El ex alcalde, concejal y senador leonés Mario Amilvia habla de su papel actual en la oposición

León

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Al ex acalde y senador sigue sin gustarle el pacto entre el PSOE y la UPL, pese a que esta última formación también le permitió a él gobernar durante cuatro años. Ahora, dice Amilivia, hay una situación de incertidumbre en el Ayuntamiento. Niega que exista una operación entre el PP y la UPL que auparía a la Alcaldía al leonesista Javier Chamorro y no al propio Amilivia. Pese a su relación de amistad con Zapatero y a que el presidente prometió inversiones por medio billón de pesetas para León, afirma que «sinceramente, no sé cuáles son esos proyectos». -¿Qué opina del lío que ha montado la UPL en el Ayuntamiento? -Tras el pacto que llevó a cabo con el PSOE, ha visto que electoralmente ha sido castigada o ha tenido un mal resultado tanto en las generales -donde estuvo hace cuatro años a 7.000 votos de un diputado y en estas últimas casi no tiene 7.000 votos-, como en las europeas, que ha observado cómo su electorado desaparece y es fagocitada por el PSOE. Como consecuencia de eso, se han puesto muchas cosas en crisis y muchos liderazgos en entredicho. En su congreso, finalmente, se rompe y hay una nueva UPL. -¿Cree que el pacto PSOE-UPL se va a mantener hasta el final del mandato? -Sinceramente, no lo sé. Sí creo que el actual pacto no garantiza la gobernabilidad en el Ayuntamiento, porque la mayoría absoluta son catorce concejales, y eso es un dato. Como ya dije, el actual pacto fagocita electoralmente a la UPL. Hoy existe una situación de incertidumbre en el Ayuntamiento de León. En el ámbito de ese pacto tendrá que haber mucho diálogo, porque hoy por hoy no hay una mayoría estable. Además, las fuerzas políticas que han pactado son ellas mismas -me refiero a la UPL- las que están diciendo que tienen el pacto en cuarentena. No tengo una certeza clara de lo que pueda ocurrir, pero lógico parece apuntar que este pacto tarde o temprano pueda romperse. -¿Le ha propuesto usted a la UPL o la UPL a usted un pacto para volver a la Alcaldía? -No, todavía no he planteado nada. Pero intento hacer una radiografía muy elemental de lo que está ocurriendo: el PSOE se dedica a decir que las teóricas inversiones comprometidas -digo teóricas porque quien lea la reseña del Consejo de Ministros no hay un sólo acuerdo tomado en relación a León- están vinculadas a un pacto con la UPL; y yo digo que eso es falso, cínico o hipócrita, porque los compromisos que tenga Zapatero los tendrá con León y no con el PSOE de León. Segundo, que la UPL está preocupada porque este pacto le va mal. Y tercero, que el PP ganó las elecciones municipales hace un año, y en democracia parece lógico que los resultados -al margen de que le gusten a uno o no- sean un punto de refencia para todo. Cuando se habla de pacto o negociación, reivindico el papel del PP como partido ganador y su derecho a gobernar. Imagino que a un socialista no le gustará que gobierne el PP, pero el PP ganó las elecciones y tiene derecho a plantearlo. -¿Hay una operación del PP para pactar con UPL y poner de alcalde a Javier Chamorro? -No, es falso. Ya he dicho que cuando se han producido esas fórmulas, de dar la alcaldía a una fuerza minoritaria -en este caso, de tres concejales-, si recordamos los precedentes, cuando se ha hecho lo ha castigado el electorado. Todo el mundo recuerda lo que ocurrió en Astorga cuando el PP le dio la alcaldía a una fuerza minoritaria. En las siguientes elecciones, la fuerza agraviada por ese pacto obtuvo la mayoría absoluta. Cualquier pacto que se haga en torno al PP, se hace en torno a lo que han votado los ciudadanos, guste o no guste a unos y a otros. -¿Hubo acuerdo entre PP, PSOE y UPL para recortar el sueldo a De Francisco y a Covadonga Soto? -No. Nosotros estamos viviendo la aplicación de una ley que es novedosa, sin apenas precedentes en España de lo que está ocurriendo en León, tanto en la Diputación, como en el Ayuntamiento. La legislación lo que persigue es que los cargos públicos que abandonen una formación política y que, por lo tanto, sean no adscritos, no tengan las ventajas de los grupos políticos. Esa legislación se aplicó en la Diputación con un criterio más estricto aún al alcalde de Villaquilambre; y, posteriormente, en el Ayuntamiento. El problema no está en las retribuciones, que eso a mí no me preocupa lo más mínimo, sino en evitar que tengan las ventajas del grupo político. -¿Qué ventajas? -A tener una sede, a tener una asignación de grupo o a tener personal como tal grupo. Eso es lo que intenta evitar la ley. El acuerdo municipal no llegó tan lejos, porque les ha concedido una sede. La clave está en que no se tengan las ventajas de grupo político, porque lo contrario es invitar a todo el mundo a que abandone las formaciones políticas y cree grupos mixtos. Nosotros como grupo hemos sido coherentes. En su día votamos a favor del reparto de las comisiones de los distintos grupos y de todo el paquete de medidas que presentaron los entonces cinco concejales de UPL más los del PSOE y en último Pleno hicimos lo mismo. -¿Q ué le parece que De Francisco recurra ante el Constitucional los acuerdos del Pleno que le recortan según él sus derechos? -Hay un aforismo jurídico que dice que el que usa de su derecho a nadie ofende. Al Constitucional hay que ir en amparo de derechos fundamentales. Los que puede plantear, en todo caso, son los de información o participación, y yo creo sinceramente que no han sido conculcados. -¿De qué habló con Zapatero en la comida del 23-J? -Tengo una buena relación personal con él desde hace muchos años y hablamos de amigos comunes. Fue una comida distendida, donde no se habló de política más que para buscar puntos de entendimiento. -¿Le molesta que Herrera respalde los proyectos de Zapatero? -No sé cuáles son, sinceramente, los proyectos de Zapatero para León. Todo lo que sea bueno para León, no me molesta. Si se habla de integración del ferrocarril o de parque tecnológico, tengo que decir que todo eso estaba en marcha. Y que las autovías o autopistas no tienen un ritmo distinto como consecuencia del Consejo de Ministros de León; Zapatero se limitó a confirmarlas. Sólo hubo dos acuerdos novedosos: el Inteco y el palacio de congresos. -¿Es duro estar en la oposición? -Sinceramente, ya no. Cuando te quitan el derecho legítimo a gobernar tras ganar las elecciones, no es un momento agradable. Pero un año después estoy muy cómodo y humanamente más relajado. Pero tengo un compromiso con mis electores, al ser el más votado. -¿Hay una profunda crisis en el PP? -Tanto como profunda, no. El PP está en una crisis, pero tampoco hay que dramatizar.

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