Alcalde en funciones de León y concejal de la UPL
«Suplir al titular no es un ascenso y va a tener poca trascendencia»
El número dos del equipo de Gobierno municipal confiesa que «cuando tome decisiones como alcalde será cuando haya sido elegido por los ciudadanos»
Cinco años de militancia en la UPL, otros tantos de concejal y diez días, de agosto, de alcalde en funciones. Javier Chamorro se ha convertido en el número 2 del Ayuntamiento y ejerce estos días de alcalde en funciones. Tiene 34 años y está casado. Antes de ser político se dedicaba a la abogacía, aunque asegura que siempre ha sido leonesista porque leonesista «se nace». -Lo suyo ha sido llegar y besar el santo, o sea, coger el mando. -¿Cómo qué llegar y besar el santo? -Acaba de ser nombrado primer teniente de alcalde. -Sí, es verdad que ha sido una cosa muy rápida. Pero, esto es una cosa muy provisional; es una interinidad, no un ascenso. -¿Cómo se siente? -Estoy ilusionado porque, a fin de cuentas, es la primera vez que soy alcalde de León. Pero soy consciente que estoy para cuestiones de trámite y no para tomar decisiones importantes. Para los ciudadanos va a tener poca trascendencia, como no puede ser de otra manera. -¿Se queda con las ganas hacer algo trascendente? -No, cuando tome decisiones como alcalde será cuando haya sido elegido por los ciudadanos. -¿Va a ser el candidato de UPL? -Entra dentro de lo posible; a nadie de los que nos dedicamos a la política municipal nos disgustaría ser alcaldes. Pero no soy quien para autoproclamarme candidato de nada. Le corresponde al partido. -¿Cuál es el principal atractivo del puesto para usted? -Consiguir dar satisfacción a una reivindicación de un vecino. Y más todavía cuando el vecino viene agradecido y te lo dice. Eso no se paga con dinero. -¿Pesan más esos pequeños logros que todas las veces que dice que no o promete algo que no cumple? -Tengo por norma y, creo que lo sigo cumpliendo, no caer en el vicio de algunos políticos de decir que sí a todo y luego no hacerlo. Prefiero decir que es muy difícil o que creo que es imposible, pero lo voy a intentar -el «no» directo también es muy duro- y hay veces que prefiero dar un «no» suave. -Cuente algún caso. -Ha ocurrido varias veces, pero los temas que me dan dolor, dolor son los de esas personas que se acercan a pedir un trabajo en situaciones familiares muy graves. -Pero sí tienen poder para emplear, sobre todo en contratos temporales. -Hay contratos temporales, pero todo tiene un tope y, hoy por el hoy, el Ayuntamiento está sobredimensionado. Tenemos más personal que otros municipios más pequeños y en algún momento hay que parar. Ahora mismo yo creo que se ha llegado a ese tope, aunque eso no quiere decir que se produzcan bajas que haya que cubrir. -¿Es consciente de que la UPL arrastra el cartel de que vende su poder para colocar a cambio de votos? -Soy consciente, pero ya digo que hemos llegado a un tope. Lo que voy a intentar es que esa gente que está trabajando para nosotros se mantenga, pero aumentar más la plantilla es muy complicado o casi imposible. -¿Le han ofrecido la alcaldía en serio (algún dirigente del PP)? -No. -Me deja perpleja con tanta rotundidad. -A pesar de lo que se dice por ahí, a mí no. -¿Y a su partido? -Que yo sepa, no. -¿Se encuentra cómodo en la nueva situación? -Ha sido muy desagradable, aunque ya empiezan a calmarse las cosas. Es muy desagradable tener enfrente a dos personas cuyos únicos argumentos son el insulto y la descalificación. Yo creo que la política no es eso. Ahora llevo unos días que Covadonga y José Mª no me insultan y me siento hasta raro. Cuando se me critica políticamente lo encajo deportivamente, pero cuando se me insulta lo paso mal y es muy difícil la defensa. Me han llamado cobarde, llorón, mercenario de la política y tonto útil, ¿qué contesto? ¿Digo tú más y caigo en lo mismo? Pues, no. No pienso caer en lo mismo y no voy a contestar. Es mi forma de ser y no voy a dejar que me la cambie nadie. -O sea que tiene una gran capacidad de autocontrol. -Lo siento por ellos, pero mucha. -¿Cómo han llegado a la ruptura de las buenas relaciones que tenían? -Yo tenía una buena relación con Covadonga -fue ella quien me ofreció entrar en la lista porque éramos compañeros de trabajo- con lo cual me duele más. Mi único pecado ha sido pensar diferente a ella. Con José Mª tenía una relación correcta y buena, pero ya hace mucho tiempo que no me creía lo que decía. -¿Por ejemplo? -No sé por qué se hizo presidente de Caja España a Victorino González; no sé por qué pactamos con el PSOE en el Ayuntamiento a pesar, hoy por hoy, creo que estamos en una buena línea y que es una buena política: ganó Zapatero en Madrid, y es bueno que estemos donde estamos... Pero lo que es verdad es que había cosas que sólo él sabía y a la gente del partido se nos escapaba. -¿Había competencia por la «sucesión» entre Covadonga Soto y usted? -No, de verdad que no. Doy mi palabra de que no tenía esa aspiración. Si viene, bienvenida. Pero no era mi meta. Y Covadonga, sinceramente, creo que tampoco. -Ella fue el año pasado alcaldesa por unos días. A lo mejor es gafe este puesto. -Por ahora no lo sé, te lo diré dentro de unos meses. -¿Barrunta más pactos tripartitos PP-UPL-PSOE? -La lógica dice que ahora, como no tenemos mayoría absoluta, habrá que negociar los asuntos más importantes con el PP, dado que Covadonga y José Mª son imprevisibles. Desde luego, tendremos que tener más capacidad de negociación.