Un peregrino ingresa en el Hospital tras sufrir una carga de la policía
Un peregrino que se encontraba realizando la Ruta Jacobea, cuya identidad no se ha facilitado, ingresó ayer tarde en el Hospital de León, minutos después de haber sufrido una carga policial en la que, según ha podido saber este periódico, participaron agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional. Los hechos, de acuerdo a la información facilitada por testigos presenciales, sucedieron a primera hora de la tarde de ayer, en las inmediaciones del Hostal San Marcos, cuando el sujeto (al parecer, natural y procedente de Barcelona) protagonizaba altercados públicos e impedía el discurso normal del tráfico por la zona. En el mismo relato, los testigos indicaron que instantes después se personaron en el lugar dos unidades policiales, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local, que emplearon la fuerza para conseguir reducir al individuo en su actitud. Las mismas fuentes no dudaron en calificar como «brutal» y «desproporcionada» la carga policial que se observó en el lugar de los hechos. La intervención de los policías locales y nacionales logró reducir al individuo que fue trasladado al Hospital de León, donde permanece ingresado por decisión de los facultativos que lo atendieron. Allí permanece bajo vigilancia de agentes de la Policía Nacional. La Policía Local de León aportó su versión del suceso a través de su jefe, quien justificó la forma en la que se emplearon los agentes «porque no había otra manera de reducir al individuo». «Antes habíamos recibido notificación de un altercado que pudo haber protagonizado este hombre en un restaurante del centro de León, en la Plaza de San Martín, donde habría agredido a una persona que le había invitado a comer», explicó Martín Muñoz, que reveló que en la refriega resultaron heridos tres agentes. La policía tenía constancia de que el hombre llegó a León por el Camino de Santiago, a pesar de que no se encontraron en su poder credenciales que atestiguaran su condición de peregrino. Fotos de los hechos borradas Uno de los testigos presenciales de la intervención policial procedió a recoger con la cámara fotográfica de su teléfono móvil el discurso de la refriega, acción que abandonó una vez que los agentes se dieron cuenta de que estaban siendo retratados; en ese momento, conminaron al joven convertido por un instante en reportero para que les entregara el teléfono e hiciera desaparecer todas la imágenes grabadas. El jefe de la policía Local de León justificó así esta acción censora: «Es que nadie puede hacer fotos de una intervención policial ».