Siempre siguen el mismo «modus operandi»

Todos los establecimientos afectados por la ola de robos de la semana pasada en varios puntos de la carreretera nacional 630 a su paso por la provincia de León, han sufrido el mismo modus operandi por parte de los ladrones. Al parecer, los cacos llevan a cabo sus fechorías de madrugada, cuando los locales se encuentran vacíos, generalmente a partir de las 03.00 horas de la madrugada. El modo de entrar en ellos suele ser por las ventanas o bien forzando puertas y verjas. Una vez en el interior, todo discurre de manera muy rápida. En poco más de un minuto, abren las máquinas tragaperras, de tabaco o las registradoras, de las que se llevan la recaudación de monedas, aunque en ocasiones dejan las de 5 y 10 céntimos. Emplean para ello un objeto de metal plano con el que destrozan las máquinas para obtener la caja en la que se acumula el dinero. En todos los casos, la recaudación ha sido en torno a los 1000 euros y los ladrones no se han interesado por otros objetos de valor que hay en este tipo de establecimientos. Entre los hosteleros de la zona se han planteado a posibilidad de unirse para exigir mayores medidas de seguridad para bares y restaurantes con el fin de luchar contra los robos. Un caso similar a éste se produjo hace dos años en la nacional 120.