Cómo debería ser una dieta variada y equilibrada para niños
Los menús escolares deben ajustarse a las recomendaciones dietéticas en cuanto a raciones, composición energética y nutricional de la edad preescolar y escolar. Deben ser variados y gastronómicamente aceptables y apetecibles. Un consejo práctico es que los menús sean distintos en función de la época del año. Debe ofrecerse a los niños la posibilidad de adaptar menús a alteraciones o enfermedades como la diabetes, la intolerancia al gluten o las alergias alimentarias. Es necesario comprobar la frecuencia semanal de alimentos básicos como verduras, pescado y legumbres, una vez por semana; fruta preferentemente en los postres y los precocinados, no más de dos veces por semana. Las verduras no deben presentarse siempre trituradas como purés o cremas y han de ser variadas. Lo mismo puede decirse del pescado fresco y carnes. Los precocinados y derivados cárnicos grasos no deberían incluirse en la dieta más de dos veces por semana. No es adecuado que en una misma semana se ofrezcan albóndigas, hamburguesas o salchichas y pizza, nuggets de pollo, varitas de pescado, etcétera. Comprobar que se emplean diversas técnicas culinarias (plancha, horno, estofado, guiso, frito¿) y que no se abusan de preparaciones grasas como fritos, rebozados o empanados. Los segundos platos es aconsejable que vayan acompañados de guarniciones o salsas y no siempre de patatas fritas .