Los padres separados solicitan que un miembro que vive en un coche pueda acceder a una casa de acogida

La Asociación de Padres de Familia Separados de León demanda que uno de sus miembros pueda tener acceso a una casa de acogida puesto que en la actualidad se ve obligado a vivir en su coche junto a un río. Otra de sus reivindicaciones, que data de hace muchos años, es la consecución de la custodia compartida de los hijos. La historia de Félix Alonso García se inicia el 5 de enero de este año, cuando su mujer abandonó el hogar cuatro días, hecho que fue denunciado por el marido, según su propio testimonio. Luego retornó al hogar conyugal. Con posterioridad, la esposa de Félix García le denunció por malos tratos. El testimonio del hijo menor del matrimonio en la vista propició su absolución. En este momento, Félix continuó en el hogar familiar. Una segunda denuncia por el mismo motivo concluyó sin cargos para el interesado, aunque se dictaron medidas de alejamiento cautelares. Ante esta situación, Félix se alojó en una habitación en el mismo edificio por 60 euros mensuales, gracias a la ayuda de la propietaria del inmueble. Fue entonces cuando su mujer interpuso otra denuncia al considerar que no se cumplían las medidas cautelares de alejamiento. A raíz de la misma, tuvo que irse a vivir en su coche. Félix aseguró que su mujer «llamaba a la policía sin motivo». A fecha de hoy, Félix García se encuentra de baja por depresión y cobra 480 euros, de los que 100 corresponden a la pensión de su hijo menor y 66 los destina a medicamentos que necesita administrarse para superar su enfermedad, que le ha llevado a cometer varios intentos de suicidio. Félix García, quien solamente cuenta con una hermana, que es monja de clausura, por toda familia, declaró que «mi mujer vive con otro hombre y mis dos hijas con los novios, en la misma casa, lo que constituye un mal ejemplo para su hermano menor». Los miembros de la asociación no entienden que al solicitar una casa de acogida para Félix, la concejala de la Mujer, Teresa Gutiérrez, no les atendiese debidamente. La edil aseguró que «tener que vivir así no es humano, pero los pisos no se pueden compartir y si creen que la situación no es justa, que luchen por cambiarla».