Toda una revolución para las lavanderas Una gran ayuda para los agricultores

La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes que hay en todas las casas. Antes de su invención, las mujeres iban a los lavaderos y lavaban la ropa a mano, algo mucho más laborioso y duro que meter todo en una máquina y que ella haga todo el trabajo. La primera lavadora eléctrica apareció en el año 1901, gracias a Alva Fisher, quien con un tambor hizo girar un motor. El uso de la lavadora se popularizó cuando la electricidad se convirtió en un servicio de uso común. Los nuevos modelos poseen programadores de tiempo y sensores computerizados que controlan la velocidad y la temperatura a la que se lavan las prendas, no como antiguamente. En los pueblos, resulta muy normal ver tractores por las calles, algo que no suele ocurrir en las ciudades. Estos vehículos se utilizan para realizar las tareas del campo y resulta de gran ayuda para los agricultores, pues hace muchas de las cosas que éste se veía obligado a hacer antes. El tractor significó para el campo el ingreso en la era moderna. Con el uso de esta máquina se consiguió hacer posible, en poco tiempo, el trabajo de varios días. En 1907, Henry Ford empezó a fabricar tractores en serie con piezas de automóviles, a los que llamó Fordson. Tuvieron un gran éxito y fueron exportados a Europa una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.