El CES europeo cree que la reforma del azúcar desmantelará la industria
El Consejo Económico y Social Europeo (Cese) considera que la propuesta de reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) del Azúcar emanada de la Comisión Europea «desmantela una parte considerable de la industria azucarera» de la UE «en beneficio casi exclusivo de las grandes familias que dominan la producción azucarera brasileña». Asimismo, el Cese cree, en su anteproyecto de dictamen sobre la modificación de la OCM al que ha tenido la agencia Ical, que la Comisión «no ha medido correctamente las repercusiones de su propuesta», ya que «conduce a una trasferencia masiva de recursos del sector rural de Europa y los países en desarrollo a las grandes empresas internacionales de la alimentación y la distribución». El órgano consultivo, aún admitiendo que la reforma es necesaria, critica que no se fundamente en estudios serios. Además, expresa su preocupación por las repercusiones que tendrá la reducción de precio y cuota propuesta sobre numerosas explotaciones agrícolas y para el empleo rural. El Cese también duda en su anteproyecto de que la Comisión respete con sus objetivos el modelo agrícola de la UE, ya que «estas reducciones harán desaparecer a numerosos productores de los países europeos y de los países en desarrollo y debilitarán considerablemente a los productores que subsistan». Liberalización del mercado Otro aspecto que augura el órgano es que la disminución de cuota y precio supondría un «paso importante hacia la liberalización completa del mercado del azúcar». Para el Cese, las medidas propuestas sólo beneficiarían a Brasil, una nación donde la producción se lleva a cabo en condiciones sociales «inaceptables» y con unos costes «extremadamente bajos», por lo que no entiende que se haya descartado la idea de negociar cuotas de importación preferente con los países menos desarrollados para «lograr un nivel de precio sostenible en Europa». Por otra parte, el Cese no comparte la opinión de la Comisión de que un abaratamiento significativo de los precios beneficiaría al consumidor. Asimismo, no entiende que se quiera adelantar la reforma al 1 de julio de 2005, «cuando no es necesaria», ni tampoco que quiera imponer una reducción de las exportaciones con restitución superiores al recorte que se vería obligada a aprobar en el caso de perder el litigio que mantiene en el seno de la Organización Mundial del Comercio con Brasil, Australia y Tailandia.