Así se concede un permiso

Las condiciones El recluso puede pedir permisos penitenciarios de entre siete y cuarenta días al año siempre que haya cumplido al menos la cuarta parte de la condena. Además, como requisito previo, se le exige al interno haber superado un programa de reinserción adecuado al delito por el que fue condenado (delitos de violencia, robos, sexuales, narcotráfico...). En el caso de Pedro Jiménez García, el presunto asesino de las dos policías leonesas, siguió y superó un curso específico para agresores sexuales en la cárcel de Can Brians. Los permisos Una vez que el preso ha superado los citados requisitos, el centro penitenciario le autoriza a realizar salidas programadas, acompañado siempre de profesionales que propician el acercamiento entre el recluso y la sociedad. Permisos ordinarios Es el siguiente paso. El preso ya puede disfrutar de permisos ordinarios, que si son inferiores a 48 horas no necesitan de autorización judicial. En este caso, la junta de tratamiento de la prisión es la que realiza un informe que será determinante para dar vía libre al permiso o denegarlo. El juez, la última palabra Cuando el permiso solicitado supera las 48 horas, la junta de tratamiento de la prisión eleva un informe sobre el interno al juez de vigilancia penitenciaria, que es quien, en última instancia, toma una decisión. El fiscal también interviene en el proceso y puede oponerse a la decisión del magistrado. Este es el proceso que se siguió con el recluso Pedro Jiménez García, a quien el juez de vigilancia penitenciaria concedió un permiso para salir de la prisión el pasado día 3 y regresar el mismo día en que presuntamente asesinó brutalmente a las dos agentes leonesas en L'Hospitalet de Llobregat.