Reportaje: ¿Un banco sin interés?

Los tejidos obtenidos de una donación duran en los tanques de nitrógeno apenas dos semanas y una lista de espera de tendones, por ejemplo, de cinco o seis meses dan una idea de la actividad que desarrolla el Banco de Tejidos de la Fundación Clínica San Francisco, el único centro autonómico de estas características y el último creado en el territorio nacional. Puntero tecnológicamente, el centro de tratamiento tisular es el mejor dotado del país pero aún así, se encuentra trabajando sólo a un cuarto de su capacidad. Su creación, en el año 1999, permitió pensar en que la comunidad podría autoabastecerse de tejidos. Pero la realidad ha sido otra muy distinta. La falta de voluntad política de la Junta, que no colabora con el Banco según sus responsables, y la escasa cesión de donaciones por parte de los hospitales colaboradores hacen que el centro apenas reciba tejidos y, por tanto, apenas pueda suministrarlos. El centro, ubicado en el Paseo de la Facultad, está preparado para recibir tejidos de entre 100 y 120 donantes al año pero desde su puesta en marcha sólo ha recibido 293 donaciones, 221 de donantes vivos y 72 de donantes multiorgánicos fallecidos. De estas donaciones, el centro ha logrado 1.122 injertos de los que 808 han podido ser implantados. El laboratorio recibe material, y suministra, a los hospitales de León, Bierzo, Clínico de Valladolid, Nuestra Señora de Sónsoles de Ávila y el Hospital General de Segovia en la red pública y a la Clínica San Francisco y el Hospital de la Reina de Ponferrada entre los centros privados. Asimismo, se remiten tejidos de implante a Asturias, Galicia, Castilla-La Mancha o Andalucía. No obstante, falta colaboración con hospitales como los de Salamanca o Burgos para los que el centro de León debía ser referencia. «La Junta sólo les ha pedido que se suministren de bancos acreditados y no de empresas comerciales pero no les ha remitido a nosotros como suministrador», reconoce el director del centro, Javier Iglesias. Desde el año 2002, en la unidad se realizan cultivos celulares de condrocitos para implantes en recuperación de lesiones articulares; el centro está también preparado para el almacenamiento de células de cordón umbilical pero de nuevo la falta de colaboración autonómica impiden el desarrollo del proyecto. El Banco puede cultivar células de tejido epidérmico, células óseas (el grueso de su trabajo) o mioblastos para reparaciones de músculo cardíacos. Todos estos tejidos, tras un complejo tratamiento y análisis para evitar contaminación o infección, se conservan a temperaturas que oscilan entre 60 y 196 grados bajo 0. Su duración varía entre las 72 horas de una córnea o los diez años que puede almacenarse un hueso con completas garantías. El centro está asimismo autorizado por el Ministerio de Sanidad para tratar y almacenar válvulas cardíacas, tejido dérmico y vascular, tejido uretral, placenta y membrana amniótica. Células embrionarias Entre los proyectos de futuro del Banco de Tejidos, se halla la investigación con células embrionarias obtenidas de cordón umbilical que «presentan un potencial enorme como base de reparación tisular» de las que se pueden obtener prácticamente todos los tejidos del cuerpo humano. El coste del proyecto, y una vez más la falta de apoyos, impiden el desarrollo de esta línea de trabajo. Hace cuatro años conservar un cordón costaba unas 100.000 pesetas, hoy el coste se ha disparado pero no existe ningún hospital de la comunidad que ofrezca la posibilidad de recoger el cordón tras un parto. El Banco de Tejidos, dependiente de una fundación, tiene carácter altruista con lo que sólo puede cobrar a los hospitales el coste de tratamiento de los tejidos nunca obtener beneficio por ello. En lo que va de año se han obtenido donaciones de 59 pacientes, varias de ellas para tratamiento para autoimplante tisular.