Ya son doce las industrias de León que más polucionan en toda la UE

El último listado español y europeo de las industrias que mayor polución emiten al aire, al suelo o al agua trae muy malas noticias para el medio ambiente leonés. Si en el que se conoció hace sólo seis meses, en marzo, había seis empresas de la provincia el último, de hace un par de meses y hecho público por el Estado y la UE hace unas semanas duplica las cifras de entonces. A la central térmica de Anllares del Sil, la azucarera de La Bañeza, Antibióticos, B&A Vidrio, Cementos La Robla y la explotación porcina Santiago Suárez Fidalgo en La Mata del Páramo-Fontecha se suman en la revisión final las térmicas de La Robla y Compostilla (Cubillos del Sil), la factoría de Puleva Food (antes Lenosa) en las inmediaciones de León capital, la cementera Cosmos en Toral de los Vados, la acerera Roldán en Ponferrada y, sorprendentemente el vertedero de basuras de la capital del Bierzo; esta última una instalación que está a punto de clausurarse tras la apertura del CTR provincial. Según los datos en poder de las autoridades públicas, todas estas instalaciones han superado los umbrales máximos establecidos por la Directiva sobre Prevención y Control Integrado de la Contaminación (IPPC). Todas ellas figuran en el registro que controla la propia Comisión Europea y el Ministerio de Medio Ambiente con ayuda de las comunidades autónomas. Y todas han emitido más gases nocivos, líquidos o sólidos considerados como los principales causantes del efecto invernadero y el deterioro del entorno natural. Las doce industrias leonesas se encuentran entre las 93 en la misma situación en Castilla y León (eran 84 en marzo); las 1.436 de todo el país y las 9.205 de los países de la UE. Y son datos fidedignos tan sólo la 2001, con lo que cabe pensar que las cada vez más exigentes normativas y sistemas de medición sigan engordando las cifras. Sancionables desde 2007 No obstante, la intención del listado -conocido como Eper- no es otra que la informativa: la de tratar de «sacar los colores» a la industrias al hacer públicas sus emisiones para que vayan concienciándose y sabiendo que no superan los límites máximos impuestos en toda la UE en virtud del Protocolo de Kioto sobre cambio climático y del entorno ambiental. Hasta noviembre del 2007, dentro de tres años, no se multará con entre 2.000 y dos millones de euros a quienes sigan en el Eper. Tienen tiempo de modernizarse y solventar sus «fugas» contaminantes.