El Ayuntamiento exige a Unalsa que corrija en seis meses la emisión de vertidos y olores

Después de dos décadas de reivindicaciones vecinales, la Junta ha decidido poner orden a los malos olores y a la contaminación acuífera que supuestamente genera la empresa Universal de Alimentación S.A., Unalsa, asentada en el municipio de Villaturiel. El 5 de septiembre del 2003, el servicio territorial de Medio Ambiente remitió a la compañía un escrito exigiéndole una limpieza exhaustiva de las instalaciones, por dentro y por fuera, la recogida de los residuos peligrosos y la realización de un informe de calidad ambiental. En la misiva, la Junta concedía dos meses de plazo a Unalsa para que implantara una depuradora de gases y otra de las aguas residuales que produce la quema de grasas animales. El requerimiento llegó tras la denuncia formulada en agosto de ese año por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que detectó varias presuntas irregularidades en la factoría. Entre ellas, que esta antigua fundición de grasas, que ocupa una finca de 20.000 metros cuadrados en Alija de la Ribera, había realizado un cambio en su actividad para pasar a transformar desperdicios de origen animal «de alto riesgo sin renovar la licencia municipal correspondiente», indican. Los agentes, que por primera vez desde 1975 emitían un informe contrario a la empresa, detectaron que los líquidos y las grasas animales se almacenaban «sin control y que incumplían las normas sanitarias de eliminación y transformación de animales muertos y desperdicios de origen animal». Los vertidos de la empresa podían infringir, además, según el Seprona, la ley del ambiente atmosférico y la de aguas. Para supervisar si Universal de Alimentación pone en marcha todas las medidas correctoras que le exige la Junta, el Ayuntamiento de Villaturiel decidió crear una comisión de seguimiento, que se reunió por primera vez el pasado 21 de septiembre. Está integrada por tres concejales -entre ellos, el alcalde Valentín Martínez-, el arquitecto municipal, técnicos de la Junta, de la Diputación y de la Confederación Hidrográfica del Duero, representantes vecinales y de la propia empresa. Según el alcalde, la comisión constató que Unalsa ya ha puesto en marcha la depuradora de aguas. Evitar la contaminación Sin embargo, se dio a la empresa un plazo de seis meses -hasta el 28 de febrero del 2005- para que instale también un aerocondensador que reduzca hasta un 90% los malos olores, y para que antes de final de año coloque tolvas que eviten que los deshechos se depositen en el suelo de la factoría y filtren residuos a la tierra. Los vecinos de Villaturiel, sobre todo, los de Alija, llevan años «soportando los malos olores de Unalsa», según aseguran. Incluso han recogido un escrito con 500 firmas para exigir soluciones a las administraciones. El Seprona les dio la razón hace un año, cuando en una inspección a la compañía constataron «un olor fuerte y desagradable dentro del recinto de la empresa y su entorno, que se extiende hasta la localidad de Alija de la Ribera», al soplar el viento en esa dirección.