El PSOE acusa a la Junta de ser cómplice «de los desmanes ecológicos» de Unalsa

La procuradora del PSOE, Inmaculada Larrauri, acusa a la Junta de Castilla y León de ser «cómplice y consentidora de los desmanes ecológicos que ha cometido la empresa Universal de Alimentación, S.A. (Unalsa) durante los últimos años». Esta compañía, ubicada en la localidad de Alija de la Ribera, se dedica desde 1975 a la transformación de desperdicios de origen animal, que se recogen en los mataderos y salas de despiece. Sus vertidos, supuestamente contaminantes tanto para la atmósfera como para los acuíferos de la zona, han sido denunciados desde hace décadas por los vecinos, que han soportado, según dicen, los malos olores que genera esta empresa sin que la Administración de la comunidad tomara cartas en el asunto. Sólo en el 2003, después de la recogida de quinientas firmas de los habitantes del Ayuntamiento de Villaturiel y tras la presión que ejerció el PSOE, a través del alcalde del municipio, Valentín Martínez, y de la propia Larrauri, el asunto tuvo sus primeros ecos en la Junta. De hecho, Medio Ambiente exigió el 5 de septiembre de ese año a Unalsa una limpieza exhaustiva de las instalaciones, por dentro y por fuera, la recogida de los residuos peligrosos y la realización de un informe de calidad ambiental. En la misiva, la Junta concedía dos meses de plazo a la empresa para que implantara una depuradora de gases y otra de las aguas residuales que produce la quema de grasas animales. Para Inmaculada Larrauri sigue siendo «sangrante» la actitud de la Junta, ya que ha transcurrido un año sin que esas medidas correctoras estén en marcha. «Es inaudito -indica- que la Consejería de Medio Ambiente detecte deficiencias en Unalsa, avaladas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), le dé un plazo de dos meses para instalar las depuradoras de gases y agua y luego se olvide de esa exigencia, deje pasar casi un año y ni siquiera inspeccione la empresa». La procuradora socialista considera que de esa «dejadez» son responsables las dos consejeras de Medio Ambiente que han ocupado el cargo en el último año, Silvia Clemente y María Jesús Ruiz, por haber permitido «que una empresa les tome el pelo». Pasotismo Larrauri también considera que Unalsa sólo se ha tomado en serio la urgencia de evitar los vertidos cuando el Ayuntamiento de Villaturiel, «harto de llamar a la puerta de una Administración autonómica pasota, amenazó con paralizar la actividad de esta empresa amparándose en la ley de actividades clasificadas». A continuación, se creó una comisión municipal de seguimiento de las mejoras que debía acometer Universal de Alimentación. La empresa se defiende asegurando que está realizando una inversión muy importante para modernizar las instalaciones y que las obras comenzaron en verano para minimizar las molestias a los vecinos.