Lagun Air amenaza con irse de León por las trabas diarias del aeropuerto

Un mes. Treinta días es el plazo de tiempo que la compañía aérea Lagun Air dio ayer para que los problemas en el aeropuerto de León comiencen a solucionarse. De lo contrario, la compañía advierte de que se replanteará todo el plan que desarrolla desde aquí y que podría abandonar en dos años, -cuando finalice el contrato con el consorcio- si la situación no cambia. «Sólo el proyecto de León no da para más mientras no sea desbloqueada la situación del aeropuerto, la empresa precisa aumentar su capital y extenderse por la península teniendo su base aquí o fuera, depende de las soluciones». Así resumió ayer el presidente de la compañía, José Miguel Sáez, las alternativas que maneja. Entre los problemas a los que aludió como insostenibles y culpables de las pérdidas, se refirió al horario de cierre del aeropuerto que insiste -a pesar de los anuncios de ampliación- que sigue en las 21.00 horas, con lo que esto significa de desvios de vuelos ante cualquier contratiempo o retraso en las últimas operaciones del día. También comentó las elevadas tasas que este hecho acarrea a Lagun Air, ya que cada vez que aterriza fuera de hora debe abonar a Aena (un 630% más de los 45,96 euros habituales), lo que ha supuesto un gasto para la compañía en lo que va de año de 130.000 euros. En el capítulo de reproches a Aena, Sáez Moreno aludió, además, a que la empresa aún no ha obtenido el permiso para construir un hangar donde estacionar los cuatro aviones. «Esto nos acarrea unos costes impresionantes, porque tenemos que mandar los aparatos a Inglaterra en lugar de realizar aquí las tareas de mantenimiento», dijo el director de Lagun Air, quien recordó igualmente que las duras condiciones climatológicas del invierno leonés perjudican los aviones al tener que pernoctar a la intemperie. En este sentido, relató que fenómenos como fuertes granizadas han provocado graves y costosas averías en los aviones al no poder resguardarse. Otros de los asuntos que preocupan a la compañía, que arremete contra el director del aeropuerto y denuncia la nula comunicación existente, es la falta de letreros indicativos y la necesidad de mostradores. Tampoco puede contar con su antena de comunicación en el área del aeropuerto, sino que debe mantenerla en la zona donde tiene sus oficinas. «Queremos crecer con nuestro proyecto, no podemos encorsetarnos. No asumiremos más riesgos que dejan sin viabilidd al plan por los problemas sin resolver del aeropuerto», manifestó Sáez.