Sólo el 7,6% de los fallecimientos que se registran son incinerados
Las cremaciones aumentaron un 23,6% a lo largo del último año
La comunidad ocupa el segundo lugar, por detrás de Navarra, en equipamiento e infraestructuras
El número de incineraciones que se produjo en Castilla y León en el último año aumentó un 23,6 por ciento, al pasar de las 1.633 que se registraron en 2002 a las 2.018 de 2003, es decir, 385 más. No obstante, las inhumaciones continuaron siendo el sistema de enterramiento preferido por los ciudadanos de la Comunidad, ya que las cremaciones sólo representaron en este período el 7,6% del total de fallecimientos (26.508), según un informe sobre el sector elaborado por Atroesa y datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a Ical. Esta evolución al alza se registró de manera paulatina desde el año 2000, cuando las personas que optaron por la cremación en Castilla y León fueron 1.321, para ascender, al año siguiente, hasta las 1.491. La tendencia fue similar a la del conjunto de España que si en el año 2000 contabilizó 48.689 incineraciones, en el 2003 sumó ya 66.900. Por lo que respecta al equipamiento e infraestructuras del mercado de los servicios funerarios, Castilla y León es hoy una de las comunidades mejor dotadas, parte de ellos construidos en los últimos años. En concreto, el último informe «Los servicios funerarios integrales en España. Clases de un sector en transformación» sitúa a la comunidad en el segundo puesto en dotación de estos recursos, sólo por detrás de Navarra, en función del ratio de tanatorios por cada 100.000 habitantes. Así, el documento sostiene que la región dispone de 2,11 instalaciones por cada 100.000 habitantes, frente a los 4,32 de la Comunidad foral.