Funcionarios de prisiones temen más ingresos de islamistas en León

Funcionarios de prisiones de León han mostrado su temor ante la posible intención de Instituciones Penitenciarias de desviar a la cárcel de Mansilla a presos imputados por los atentados del 11 de marzo en Madrid y que ahora están internos en cárceles próximas a la capital de España. La intención de la medida se explica por el interés de la Dirección de Prisiones de evitar cualquier tono de proselitismo en las cárceles españolas y así controlar en lo posible los principales focos de fomento de la actividad terrorista que se han localizado en algunos centros penitenciarios. De acuerdo con la información relativa a este plan, de los 16 implicados por el 11 M que ingresaron en prisión por orden del juez que instruye el caso, dos ya han sido trasladados a otras prisiones desde el primer centro en el que fueron ingresados, mientras que otros doce serán dispersados en centros penitenciarios de la comunidad Valencia, Andalucía, Castilla La Mancha y otros del norte de la península. Interior ya ha dispuesto aplicar a los últimos detenidos por su implicación en la programación de atentados terroristas la situación de aislamiento, restringir sus movimientos y la prohibición de mantener contactos con otros reclusos, lo que obliga a trasladarlos a módulos de especial vigilancia. Los sindicatos de funcionarios de prisiones en León se han cansado de denunciar en las últimas semanas la situación problemática que se vive en el interior de este penal a causa de los inconvenientes que encuentran para someter al reglamento que marca la convivencia a varios grupos de internos islámicos. La dificultad se acrecentó durante la celebración del mes del Ramadán. El último incidente de la cárcel de León que salió a la luz pública fue una pelea entre dos sectores de presos islámicos a cuenta de discrepancias sobre el celo religioso en el Ramadán.