El Banco de España cerrará sin que PP y PSOE resuelvan de quién es la culpa

La sede del Banco de España en León tiene los días contados. Exactamente, le quedan 56. En los dos últimos años PP y PSOE han defendido su cierre o su continuidad, indistintamente, según quién detentara el Gobierno. Ahora, los conservadores apelan a Zapatero para impedir que el 31 de diciembre la oficina ubicada en Ordoño II deje de funcionar definitivamente. La reorganización del Banco de España, como consecuencia de su integración en el sistema europeo de bancos centrales, obligará a prejubilar a la mitad de la plantilla leonesa, de apenas una decena de empleados, mientras el resto se recolocará en las sucursales que logren «salvarse». El inmueble, cuyo destino está aún por precisar, posiblemente se destinará a oficinas de Hacienda y el Catastro. El grupo de concejales del PP en el Ayuntamiento de León reclamó ayer al alcalde, el socialista Francisco Fernández, una explicación sobre el cierre irrevocable de la sucursal de Banco de España en la capital, ratificado el martes por el gobernador de la institución, Jaime Caruana. Según el PP, el presidente del Gobierno «no cumple sus promesas o, mejor dicho, sólo cumple aquellas que no le suponen ningún esfuerzo». El 25 de octubre la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, pidió personalmente a Caruana la continuidad de la sede leonesa, pese a que meses antes -el 21 de enero-, ella misma había expresado que el cierre no sólo era inevitable, sino que estaba justificado, ya que «con el número de operaciones que realiza, no hay opciones para mantenerla abierta». El PSOE denuncia que durante la era Aznar el PP defendió cerrar la sede de Ordoño II, mientras ahora exige a Zapatero que la «salve».