Ha presentado seis denuncias a la Guardia Civil y el Juzgado por la persecución que sufre
Una mujer sufre amenazas de muerte desde hace dos años a través del móvil
Tras la muerte de Sheila recibió un mensaje advirtiéndole que también sería castigada
Una vecina de Laciana, cuyo nombre responde a las iniciales M. E. V. L., denuncia que desde hace más de dos años está sufriendo un asfixiante acoso a través de mensajes a su teléfono móvil, que incluyen propuestas obscenas, insultos, e incluso amenazas de muerte, que también se han trasladado a su entorno familiar. Durante todo este periodo ha presentado seis denuncias tanto en el cuartel de la Guardia Civil, como el juzgado de Primera Instancia de Villablino, e incluso ha recurrido a otro tipo de ayudas alternativas que de momento tampoco le han dado resultado. Las amenazas no se han quedado solo en mensajes, ya que en dos ocasiones su vehículo fue pintado y rayado. De entre las múltiples amenazas recibidas, resulta especialmente preocupante un aviso en el que su autor se insinúa como involucrado en el asesinato de Sheila Barrero, y le advierte que ella puede ser la próxima. Lo más llamativo es que la persona que le envía los mensajes no oculta el número de su teléfono, a pesar de lo cual la guardia civil ha sido incapaz hasta el momento de averiguar su identidad, «porque me han dicho que al tratarse de una tarjeta prepago es difícil averiguarlo», afirma. Propuestas y obscenidades Según esta mujer de 35 años, los primeros mensajes llegaron a su teléfono móvil el mes de junio de 2.002, a través de tres terminales diferentes, primero con propuestas para conocerse y sugerencias que fueron convirtiéndose en obscenidades. Entonces decidió llamar a uno de los números, le contestó una voz de hombre, y acabaron discutiendo. Lejos de solucionar la situación, a partir de entonces aumentaron los problemas y los mensajes, que según la denunciante, desde entonces sólo se envían a través del mismo número. Poco tiempo después, encontró su vehículo completamente pintado con varios sprays de diferentes colores, lo que le empujó a presentar la primera denuncia en la guardia civil. Según el testimonio de la víctima, desde la Benemérita le aconsejaron contestar a sus mensajes para conocer mas datos de la identidad del acosador, pero cuando le llamaba él no hablaba. Posteriormente su coche volvió a sufrir una avería provocada, y al día siguiente en su móvil recibió el mensaje «por lo menos el coche te lo dejé llevar a casa, no como a otros». A partir de este hecho ha venido presentando hasta 6 denuncias, por averías a su vehículo, por acoso y por amenazas de muerte, y algunas ya se han archivado por falta de pruebas. Optó por cambiar su móvil, devolviéndole la tranquilidad por un periodo de dos meses, para volver a recibir las amenazas de forma casi continua y cada vez mas fuertes. A los dos días del asesinato de la joven Sheila Barrero, recibió este aviso: «Esa zorrita era como tú, no hizo caso y fue castigada; no sabrán nunca la verdad. Te conviene hacerme caso». Las denuncias no han intimidado en absoluto al autor de los mensajes, que se permite el lujo de enviarle un aviso cuando se encuentra tramitando la misma, amenazándola para que se vaya del lugar. Según asegura esta mujer, la situación ha llegado a un extremo insoportable para ella y su familia, «sospecho que me están vigilando por la calle, y aunque pretendo olvidarme, y me dicen que no me hará daño, siento temor». Por eso suplica que las fuerzas de seguridad se tomen en serio su situación, e intenten ayudarle antes de que su caso pueda terminar en una tragedia.