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| Reportaje | Muestra de alimentos |

Una exposición con mucho gusto

Los alumnos del colegio Ponce de León han realizado una muestra con productos típicos leoneses traídos por ellos mismos y sobre los que han aprendido muchas cosas

Publicado por
Ana Gil - león
León

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Los alumnos del colegio Ponce de León han tenido la oportunidad de conocer de una forma más cercana muchos de los productos más típicos del otoño en la provincia gracias a la iniciativa llevada a cabo por la dirección del centro de realizar una exposición con multitud de manjares que han aportado los propios escolares. Esta idea ha sido posible gracias a la colaboración de los niños del centro que, aprovechando las excursiones que han ido realizando durante las últimas semanas, han recogido varios productos. Castañas, setas, varias frutas, hierbas silvestres, pepinos, guindillas, tomates, centeno, trigo...son algunos de los productos que se han podido ver en el hall del colegio durante el último mes, dispuestos en una larga mesa en la que se podían observar e identificar, ya que iban acompañados de su tarjeta identificativa y de algunos dibujos realizados por los más pequeños, que también han participado en esta iniciativa. Como comienzo de esta muestra, que se realiza por primera vez, los escolares fueron una día de excursión a la localidad berciana de La Granja de San Vicente a recoger castañas, que también podían verse en la exposición y que fueron las protagonistas del magosto que alumnos, profesores y padres celebraron el pasado viernes en el propio colegio. Unidos por la causa «Queríamos que toda la escuela girara en torno a una misma actividad, en la que también han colaborado los padres de los alumnos», explicó el jefe de estudios del Ponce, Francisco Alonso, quien añadió que los niños se han mostrado muy receptivos a la hora de colaborar en la exposición. «Hay niños de confunden el mundo de las calabazas con los pepinos y calabacines, y es que viven inmersos en la ciudad y al margen de los productos del campo, con lo que esta iniciativa les ha ayudado a conocer un poco más y de primera mano alguno de los entresijos del mundo rural», manifestó. Entre los productos que se podían ver en la exposición destacaba una gran calabaza que trajo un padre de uno de los alumnos. Esta fue una de las hortalizas a las que más espacio se dedicó en la muestra, también las setas, que despertaron la curiosidad de los escolares por la gran variedad existente y por la dificultad de su clasificación, que las divide en comestibles o no aptas para ser ingeridas y en la que han participado los alumnos más mayores del colegio. Los profesores también han aportado su granito de arena, como Francisco Alonso que, además de dedicarse a la docencia, es apicultor y llevó auténtica cera de abeja y miel de su cosecha, lo que le ha servido para explicar a los alumnos cómo es el proceso de recolección.