Los permisos han descendido desde los 5.000 de 1998 hasta los 1.700 que hay actualmente
Los minusválidos y mayores tendrán tarjetas para acceder al casco antiguo
Los propietarios en régimen de segunda vivienda también podrán circular por la zona histórica El Mer
La ordenanza de regulación del casco antiguo sumó ayer tres nuevos enunciados a su cuerpo para albergar las necesidades no atendidas, que se concretan en los colectivos de mayores de 65 años impedidos, minusválidos y propietarios en régimen de segunda vivienda. La situación creada por las personas mayores de 65 años que se hayan en situación de desamparo para poder acceder sin ayuda a su domicilio se regulará mediante la cesión de una tarjeta, de carácter personal e intransferible, que se concederá por un periodo igual a la duración de la enfermedad. El ajuste correspondiente a los minusválidos sirve tanto para los residentes como para los trabajadores, y viene a contrarrestar la desigualdad que tenían para circular por la zona excluida del casco histórico de la capital leonesa. La tercera de las especificidades se orienta a satisfacer las necesidades de acceso de aquellas personas que utilizan sus viviendas durante la época de vacaciones o en periodos cortos, que tendrán que aportar la documentación pertinente y se les concederán tarjetas por un mes de plazo, de carácter prorrogable. Natalia Rodríguez Picallo, responsable del área, anunció que las sanciones llegan hasta los 3.000 euros; al tiempo que detalló que las licencias han descendido desde las 5.000 del año 1998, inicio de la restricción, a las 1.700 actuales, y que la depuración continúa.