«Quien no salga del armario se pierde vivir la vida viviéndola»
-¿A quién le gustaría ver salir del armario? -Nunca he sido partidario de sacar a nadie del armario, porque he luchado por cambiar las cosas para que la gente salga libremente del armario. Quien no salga, se pierde algo maravilloso; la autodeterminación personal, la plenitud, vivir en libertad, como piensa, su propia vida y, como diría el poeta, se pierde vivir viviendo la vida; mira hacia atrás y ve que todo es mentira. No deseo que nadie continue en el armario. -¿Se ve de padre? -A quien es de izquierdas a veces le chirría lo de decir quiero casarme y tener hijos. Mi opción de pedir el matrimonio con Jesús, que es mi pareja, fue una opción militante y basada en el amor. Me veo casado y con hijos con la persona a la que amo. Y me veo, además, plenamente capacitado para educar a un menor. Cuando la gente dice que no debemos adoptar contesto: ten la valentía de mirarme a los ojos y luego dime qué diferencia hay entre tú y yo para dar amor a un hijo. -¿De dónde ha sacado el movimiento gay y lesbiano tanto optimismo y buen humor? -Todos los movimientos reivindicativos han tenido ideas fuerza que los aglutinen y un mínimo folclor; unos cantaban a Joan Baez y otros cantábamos a Alaska, unos salían como los negros vestidos de chaqueta y corbata porque era lo que más le podía molestar a los blancos y otros salimos, en las manifestaciones que hacemos riéndonos, cantando y bailando ante quien nos niega, que es lo que más les puede molestar.