La importancia de cuidar los bosques

Aunque ahora no es época de incendios (y menos con este frío invernal que hace en León y la espesa niebla de los últimos días), siempre es importante conocer qué es un incendio y que efectos puede tener en el entorno que nos rodea. Eso es lo que han hecho durante las últimas semanas los alumnos del colegio La Biesca, de La Magdalena, gracias a un taller sobre incendios que ha organizado el Centro de Acción Social (CEAS) del municipio y que les ha enseñado mucho sobre la importancia que tienen los bosques y el papel destacado que todos tenemos a la hora de cuidarlo y velar por su buen estado. La encargada de hacerles llegar todos estos aspectos a los pequeños a través de juegos y explicaciones del fuego y lo desastroso que éste puede ser para el medio ambiente, ha sido María Luz Morandeira, técnico forestal que trabaja en labores de sensibilización de este tipo, es decir, se encarga de enseñar a las personas que el cuidado de los bosques por parte de todos es algo fundamental y que todos tenemos un papel importante en que se mantenga en buenas condiciones. Aprender jugando ¿La forma más fácil de aprenderlo? a través de los juegos y de una forma divertida. Así, los pequeños del colegio La Biesca lo pasaron en grande ayer, el último día de este taller, metiéndose en el papel de animales, plantas o elementos que forman parte de nuestros bosques. Algunos eran madera, otros pájaros, árboles, o se convertían en plantas por un día para, de esta forma, saber un poco cómo se sienten ante la llegada de un incendio y la catástrofe que suponen las llamas para ellos. Cada uno de ellos llevaba un cartel que ponía de manifiesto cual era su papel en ese pequeño bosque inventado. Mientras tanto, la profesora preguntaba a los niños cuales eran algunas de las consecuencias que tienen los incendios, lo que dejó claro que ha sido mucho lo que han aprendido a lo largo de las últimas semanas gracias a este taller de prevención. «Si se queman los bosques nos quedamos sin leña», decía uno de los pequeños. Otro sentenciaba que «si hay un incendio no tendríamos ni frutos secos ni otros muchos alimentos», mientras que la frase «sin las hojas de los árboles no podríamos respirar», no pasó desapercibida por su realismo. La encargada de hacer comprender todas estas cuestiones a los niños de la escuela de La Magdalena aseguró que esta iniciativa ha tenido mucho éxito entre los alumnos del centro, «sobre todo por el aspecto novedoso que tiene para ellos y porque se trata de algo que ellos conocen bien , al vivir en el medio rural, en el que el medio ambiente está mucho más presente que en las ciudades», argumentó.