El varapalo en la asignación de emisiones lleva a la eléctrica a reconsiderar el futuro de Compostilla
Endesa estudia paralizar la inversión de 750 millones prevista en el Bierzo
Los sindicatos advierten que los recortes en el consumo de carbón empezarán en el 2005
Endesa paralizará el plan de inversiones previstas en el grupo tres de la térmica de Compostilla, en el Bierzo, si el Gobierno no atiende las alegaciones que la eléctrica presentará esta semana al proyecto de asignaciones de emisiones contaminantes para cumplir con el compromiso de Kioto, que se dio a conocer la semana pasada y que penaliza las plantas de carbón, mientras potencia las de ciclo combinado, que utilizan gas. Así lo comunicó ayer el director general de Negocio Eléctrico de Endesa, José Bogas, a los representantes de las secciones sindicales estatales. Según explicó Antonio Vega, secretario nacional de Línea de Negocio de Generación en UGT, y miembro del comité de empresa de Endesa en el Bierzo, el plan de emisiones presentado por el Gobierno supondrá una reducción del consumo de carbón que tendrá sus primeras consecuencias el próximo año, y que llevará inexorablemente a la desaparición de la minería y la destrucción de empleo. Endesa anunció a principio de este ejercicio una inversión de más de 750 millones de euros en Compostilla II a través de tres nuevos ciclos combinados de gas, que sustituirían a los de carbón más viejos en los grupos uno, dos y tres. Sin embargo, ya entonces la eléctrica advirtió que la inversión en las plantas de desulfuración en los grupos cuatro y cinco estaría condicionada por la asignación definitiva de derechos. El anuncio de estos planes suscitó algunos recelos sobre el futuro del sector minero, pero garantizaba la permanencia de la eléctrica en la comarca, que contaba con mantener el consumo de carbón local. Vega calificó de muy drástica la reducción de emisiones prevista, y advirtió que si la aplicación se inicia en el 2005, ya el próximo año habrá que revisar el contrato de suministro que la eléctrica mantiene con el grupo minero de Victorino Alonso. «Si se reducen las horas permitidas en la térmica se reduce el consumo, e inmediatamente repercutirá en el empleo», declaró. El representante sindical explicó también que la negociación del plan de carbón se verá afectada por esta nueva situación, aunque el resumen de futuro que se hace si las condiciones presentadas no cambian es fácil: si no se quema carbón, se tendrá que reducir el empleo en la minería. Los sindicatos empiezan a plantearse medidas de presión.