El sida: la enfermedad mortal que se extiende sin saber de fronteras

Todos hemos oído hablar alguna vez del sida o del virus del VIH, incluso muchos ya sabréis qué es y cuáles son sus consecuencias. Pero hoy vamos a recordarlas, ya que se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Sida, que pretende que no nos olvidemos de lo importante que es luchar contra esta enfermedad que se sigue extendiendo con mucha rapidez y que cada año se cobra la vida de millones de personas. Actualmente, el VIH afecta a más de 42 millones de personas en todo el mundo. ¿Qué es el sida? Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), el sida es una enfermedad mortal que se desarrolla en las personas aproximadamente 10 años después de infectarse por un virus cuyo nombre es VIH (virus de inmuno deficiencia humana). El VIH tiene unas consecuencias que pueden llegar a ser muy graves para las personas. Destruye la capacidad del organismo para defenderse a sí mismo -lo que conocemos como sistema inmunitario- contra algunas infecciones. Son precisamente esas complicaciones -que llamamos sida- las que provocan la muerte. Es decir, al contraer el VIH nuestro cuerpo se queda sin defensas, que son las que nos protegen para no caer enfermos. Su procedencia Según aseguran los expertos, no se sabe con absoluta certeza cual es el origen de este virus que se cobra vidas humanas a una velocidad escalofriante, si bien algunos estudios, como el publicado por la revista Nature en 1999, señalan que es probable que el virus comenzase en los chimpancés. El sida se desarrolla más rápidamente en la infancia. Los niños infectados a través de la madre antes del nacimiento o por la lactancia natural sobreviven, por lo general, menos de cinco años. Por eso, además de los adultos, también son muchos los niños que se ven afectados por el VIH, sobre todo el África, la zona del mundo en la que se acumulan el mayor número de personas infectadas, tanto niños como adultos. Existen tres formas de contagiarse del sida. Una de ellas es la llamada transmisión vertical, aquella que transmite una madre que tenga el virus del VIH a su hijo que todavía tiene en su vientre, es decir, al feto. Otro modo de transmisión de este virus es el parenteral, que se produce cuando se usan jeringuillas o agujas que ya han sido utilizadas por una persona contagiada. La tercera vía de contagio es a través de las relaciones sexuales. De entre todas ellas, la transmisión a través de la sangre es la mayor causa de contagio en la actualidad en España.